El negocio del gota a gota es ilegal pues cobra intereses por encima de los permitido por la ley | Por: ARCHIVO PARTICULAR
Centenares de personas venezolanas, muchas por necesidad y otras por desconocimiento, recurren a este tipo de préstamos informales, que se convierten en un calvario en el que ponen en riesgo su vida. Un experto nos explica por qué no es un buen negocio.
Con mucha frecuencia, migrantes venezolanos consiguen dinero prestado a través de amigos y conocidos para cubrir necesidades básicas, pagar deudas o para arrancar emprendimientos. Son los llamados gota a gota o paga diario, que son financiamientos no formales y muy peligrosos.
La primera complicación son los intereses; los prestamistas gota a gota cobran, en promedio, un 20 por ciento de interés mensual, más de lo que cobra un banco, y por lo cual, en la mayoría de los casos, la deuda se vuelve impagable.
“Con un banco, uno hace unos pagos recurrentes en los cuales va pagando a capital y a intereses; el riesgo es que, si bien usualmente se prestan cantidades muy pequeñas, en muy poco tiempo va a tener que pagar dos o tres veces esa cantidad muy pequeña”, explica Andrés García, profesor de economía de la Universidad del Rosario.
El sistema funciona así: Si, por ejemplo, usted necesita $1.000.000, el prestamista le cobra un 20 por ciento de interés mensual, es decir, usted tiene que pagar al fin del ejercicio $1.200.000.
Para que supuestamente le salga más cómodo el pago, dividen esa cifra en 30 días, por lo que usted pagaría $40000 cada 24 horas, y por eso lo llaman también un préstamo paga diario. Muchas veces, la gente no puede cumplir con esa cuota por diferentes motivos y comienzan los problemas.
Según las autoridades, los prestamistas del sistema paga diario no suelen cobrar de manera coactiva como los bancos, es decir, embargando bienes o salarios, sino de formas ligadas a la violencia, que llegan incluso hasta el asesinato de los deudores morosos.
“Las formas de cobro están también asociadas a ese ejercicio de informalidad; entonces es peligroso para el bolsillo porque se termina pagando más, pero muchas veces en el caso de no pago, los mecanismos con los que se pueden ajustar las cuentas pueden pasar el límite de la legalidad”, sostiene el profesor García.
Por eso, los expertos aconsejan, por un lado, no acudir a los sistemas de gota a gota, y, por el otro, denunciar ante las autoridades cualquier tipo de intimidación, pues, en muchas ocasiones, los prestamistas paga diario tienen vínculos con todo tipo de organizaciones dedicadas al delito urbano, como la extorsión a negocios y el microtráfico.
Ahora bien, la pregunta es ¿cómo pueden los migrantes conseguir recursos para una urgencia económica? Los expertos aconsejan recurrir a un amigo o familiar, antes que ponerse en manos de los prestamistas informales.
“Si yo no tengo otra alternativa que prestar con un gota a gota, ellos conocen la necesidad y por lo tanto cobran esas tasas de interés mucho más altas; eso es también resultado de cómo funciona el mercado financiero, en el cual hay una serie de requisitos que son muy complejos de llenar, y que, muchas veces por los tiempos, hacen difícil esperar ante una urgencia”, sostiene el académico.
Por eso resulta clave para las personas venezolanas regularizarse y obtener el PPT y acceder así al mercado financiero, que ofrece muchas opciones de emprendimiento, programas de capital semilla y capacitación para quienes quieren comenzar un proyecto que les ayude a la economía familiar.
“Hay alternativas más ágiles como las microfinancieras, que se han dedicado a focalizar en partes de la población que, digamos, no tienen ese historial crediticio y que tampoco requieren esos montos de dinero extremadamente altos, pero que pueden ser un poco más costosas y que, desde el punto de la seguridad, pueden ser más beneficiosas”, acota García.
Pero más allá de no acudir a los llamados gota a gota, los expertos insisten en tres cosas fundamentales: recurrir al sistema financiero tradicional, impedir que un migrante caiga en la trampa de un ofrecimiento que resulta excesivamente costoso y peligroso, y, además, romper el círculo del miedo y denunciar los abusos ante las autoridades.
Aunque el Gobierno de Nicolás Maduro quiera hacer ver que la situación económica y política mejoró en el vecino país, el éxodo masivo de personas migrantes y refugiadas sigue aumentando cada día.