El Centro de Atención Sanitaria de Tienditas, en Cúcuta, ha ofrecido asistencia a los migrantes que están retornando al vecino país. | Por: GOBERNACIÓN DE NORTE DE SANTANDER
En un reciente informe titulado “consequences of underfunding in 2020” del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), se explica cómo la falta de financiación ha perjudicado la respuesta en las distintas crisis migratorias en el mundo. Una de estas siendo la crisis venezolana, en la que la pandemia y los limitados recursos han reducido la capacidad de Acnur en Colombia, e incluso, al cierre temporal de muchos proyectos e iniciativas.
En relación con este tema, el Proyecto Migración Venezuela conversó con Jozef Merkx, representante del Acnur en Colombia, quien afirmó que los problemas de financiación no son nuevos y que no solo ellos han tenido problemas de recursos, ya que los 21 actores del Grupo Interagencial sobre Flujos Migratorios Mixtos (GIFMM) se han visto afectados, "solo han recibido un 20% de los 700 millones de dólares que habían solicitado".
Según el informe, Acnur tiene un presupuesto anual de 9.131 billones de dólares. Sin embargo, para agosto de 2020 contaban con 4.458 billones, por lo que son necesarios otros 4.803 billones de dólares para operar eficientemente en el mundo. Para el caso de la crisis venezolana, de los 260 millones requeridos para este 2020, solo se han obtenido 143 millones.
Este problema de fondos se refleja en la reducción o cortes de varios programas de Acnur en Colombia, limitando la protección, asistencia e integración de los migrantes en el país. Para Jozef Merkx, es necesario ver esta falta de recursos y cierres junto con un factor importante: la pandemia de la covid-19.
Uno de los programas que se ha visto doblemente afectado es el Espacio para Niños de Acnur en el puente Simón Bolívar, en Cúcuta. Esta iniciativa, que existe desde 2018 se encargaba de atender a los niños venezolanos que llegaban a Colombia con sus padres, por esta frontera. Pero el cierre de pasos fronterizos a mediados de marzo, junto con los riesgos de infección por coronavirus, llevaron a su cierre temporal, aseguró Merkx.
Acnur necesita alrededor de 143 millones de dólares para continuar muchos programas en las Américas. .
"Ya no tuvimos un espacio protector para los niños en el puente Simón Bolívar porque no habían los mismos flujos, tuvimos que responder a todo el tema de retorno de los venezolanos", explicó el representante del organismo de la ONU en Colombia. Este hecho llevó a Acnur a dar prioridad en la atención sanitaria a aquellos que salían de Colombia desde el Centro de Atención Sanitaria de Tienditas, en Cúcuta.
En el mismo informe se estima que el cierre temporal de este espacio puede afectar a más de 10.000 niños venezolanos en el segundo semestre de 2020. Además, que son necesarios 400.000 dólares para mantener ese programa durante el resto del año.
Ese no fue el único programa que tuvo que cerrar temporalmente debido al riesgo de infección. El Espacio para niños en Arauca y la Guajira también cesaron temporalmente sus actividades para cumplir las medidas de bioseguridad. Este problema también se vio en albergues y comedores por todo el país, en la que la atención se volvió más limitada.
“No pudimos mantener muchos albergues o comedores, muchos venezolanos no estaban recibiendo servicios porque no era responsable en medio de la pandemia, ya que se debía trabajar con una gran cantidad de personas”, comentó Jozef Merkx.
«Actualmente, en el mundo, hay muchas crisis migratorias en el mundo y eso afecta la atención de estas de manera adecuada. Además, los países están muy golpeados por la pandemia de la covid-19. A causa de esto, la población migrante y refugiada es una de las que más afectadas por la pandemia»
Jozef Merkx, representante de acnur en Colombia.
La pandemia de la covid-19 llevó a redestinar recursos para atender a poblaciones vulnerables. Una de sus iniciativas fue el uso de líneas telefónicas por todo el país, el organismo de la ONU logró la atención de 100.000 personas en temas de legalidad, jurídica y medios de vida. También se pasó de dar atención presencial, a dar una ayuda monetaria a los migrantes, aunque la falta de recursos llevó a este programa a reducirse en los departamentos de Antioquia y Choco.
Sin embargo, Merkx espera que, una vez que se normalice la situación y regresen los flujos migratorios, se reabrirán esos espacios para niños en el Puente Simón Bolívar y en Maicao, tomando las medidas sanitarias y de bioseguridad.
Para el representante de Acnur hay una razón, de las muchas causas que hay, que afectan las acciones de la organización: el gran número de crisis migratorias que está viviendo el mundo. Resalta especialmente el caso de Siria, el mar Mediterráneo y Sudan del Sur.
A esto se le suma que la pandemia ha golpeado a muchos de los países donadores como EE. UU., Japón, la Unión Europea, entre otros. Estas naciones han tenido que gastar enormes recursos para atender la emergencia sanitaria en sus territorios, lo cual dificulta la financiación.
Jozef Merkx añade que son muchos los retos por delante, y que es necesario prepararse para unos nuevos flujos de migrantes en Colombia. Junto con el Gobierno Nacional, Acnur está gestionando cómo manejar la reactivación de la movilidad humana.
No solo Colombia, sino también otros países de Suramérica se verán afectados por esta falta de recursos para atender a los más de 5 millones de venezolanos que han salido de su país.
En Colombia y otros países tienen riesgo de reducir la capacidad en tres programas para refugiados y migrantes: recepción de refugiados y migrantes en frontera, entrega de asistencia monetaria y elementos de bioseguridad y la atención directa en territorio venezolano. Acnur necesitaría alrededor de 10 millones de dólares para que estos programas operen en condiciones normales.
Por último, el informe añade que una de las soluciones a esta falta de financiación son el restablecimiento de actividades detenidas por la pandemia, ideación de estrategias y un mayor monitoreo de estos escenarios de crisis. Para Jozef Merkx, la ayuda del sector privado es vital para no solo financiar, sino también atender a los migrantes y refugiados en Colombia.
En entrevista con el Proyecto Migración Venezuela, el embajador Gilles Bertand, explicó detalladamente cómo y en qué iniciativas se gestionarán los dineros, y destacó el gran compromiso de Colombia con las personas del vecino país.