Por la raya, una calle al final de Maicao (La Guajira) que limita con Venezuela transitan miles de migrantes diariamente. | Por: DIANA REY MELO| SEMANA
La Guajira es uno de los departamentos más pobres de Colombia, de acuerdo con cifras del Dane. Muchos de sus habitantes aún luchan por acceder a agua potable, electricidad y alcantarillado, por alimentarse bien y por conseguir atención médica integral.
A eso se suman las necesidades de venezolanos y colombianos retornados que escapan de la crisis económica del país vecino y cruzan por la frontera de Maicao (La Guajira). Por eso, el departamento se ha convertido en uno de los focos de atención a migrantes, donde la Cruz Roja, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), Consejo Noruego de Refugiados, Save The Children y otras organizaciones tienen operaciones para cuidar de esta población.
La situación crítica de La Guajira también ha llamado la atención de periodistas, académicos e investigadores que quieren conocer de cerca la migración. María Maroso, una holandesa que estudió relaciones públicas y realizó una maestría en sociología también llegó al departamento con la intención de estudiar ese fenómeno.
Los periodistas de Uniguajira Estéreo, con el apoyo del Proyecto Migración Venezuela, conversaron con María Moroso y con el sociólogo Alberto Celedón, que trabaja en la creación de un Observatorio de Frontera en la Universidad de La Guajira.
Maroso estaba interesada en entender cómo el Gobierno colombiano ha respondido al conflicto armado y a la migración, pues "implica una doble crisis". Por eso, viajó a La Guajira para hacer su maestría en desarrollo. En esta conversación, la investigadora holandesa discute con Celedón los retos que tiene pendiente Colombia para atender a la población migrante, así como a la colombiana, en los próximos años.
Georgina Deluque, directora del centro etnoeducativo número 6 en Maicao (La Guajira), protege los derechos de los inmigrantes desde 2011, cuando les abrió las puertas a estudiantes de Venezuela, aún en medio del hacinamiento y la falta de recursos.