Organizaciones internacionales brindan ayudas humanitarias a migrantes venezolanos vulnerables durante la emergencia sanitaria. | Por: ADN DIGNIDAD
El consorcio ADN Dignidad, conformado por las organizaciones Acción Contra el Hambre, el Consejo Danés para Refugiados y el Consejo Noruego para Refugiados, reforzó la atención humanitaria para migrantes venezolanos durante la emergencia por el covid-19. Con transferencias entre 190 y 370 mil pesos buscan que los más vulnerables cubran necesidades básicas.
John Orlando, representante de Acción Contra el Hambre para Colombia, y Joakim Daun, coordinador nacional de Protección del Consejo Danés para Refugiados, hablaron con el Proyecto Migración Venezuela sobre los programas que han creado para atender a los migrantes venezolanos más vulnerables durante las medidas de confinamiento decretadas por el Gobierno nacional.
Proyecto Migración Venezuela: ¿Cómo ha cambiado la asistencia humanitaria que venían brindando a los migrantes venezolanos tras la declaración de emergencia sanitaria y la cuarentena nacional obligatoria?
John Orlando: De manera general los actores de ADN Dignidad hemos debido cambiar nuestra forma de funcionar. Los limitantes de la pandemia nos han obligado a repensar cómo lo hacíamos. Por ejemplo, no podemos concentrar a muchas personas para hacer encuestas o identificación de posibles beneficiarios. Hemos tenido que darle un giro y hemos conseguido de manera muy rápida pensar otra modalidad. El tema de la pandemia no respeta nacionalidades. Aquí no se trata de concentrarnos exclusivamente en migrantes. Desde el inicio el programa ha considerado a las comunidades receptoras. Creemos que es contraproducente y hasta violatorio de los principios humanitarios atender exclusivamente a los migrantes porque la pandemia ataca a cualquier persona.
Hoy el programa está cubriendo a 17.300 personas desde que iniciamos y en las últimas semanas estamos viendo que debemos cambiar un poco nuestros estudios de selección de las personas. Alguien que de pronto no hubiera entrado hace tres semanas al programa, hoy puede entrar porque estaba en precariedad y pasó a la vulnerabilidad. El objetivo global del programa son 70 mil personas.
PMV: ¿En qué consisten estas ayudas?
Joakim Daun: A estas personas les estamos dando unas transferencias monetarias para que puedan respetar el confinamiento. Sabiendo que muchísima gente necesita del día a día para poder vivir y comer, si no les damos opciones como estas de las transferencias monetarias, simplemente no van a poder respetar el confinamiento. En ese caso, se ponen en riesgo y ponen en riesgo el conjunto de la sociedad. Si estábamos convencidos antes de la necesidad de este programa, hoy estamos en el meollo mismo de la utilidad de este tipo de ayudas.
El programa está diseñado para que las transferencias monetarias, que pueden ir entre 190.000 y 370.000 de acuerdo con el número de miembros del hogar, se entregan durante máximo seis meses. Hay criterios de selección muy precisos de acuerdo a las vulnerabilidades y estamos totalmente alineados con las directrices del Gobierno nacional. Ha habido un trabajo de coordinación con el Gobierno que ha sido muy potente, pues es importante que no estemos generando diferencia con los programas del Estado.
PMV: ¿Cómo están haciendo para evitar la duplicidad de ayudas?
J.O.: Entre los diferentes programas existentes hay acuerdos de gestión de datos para evitar la duplicidad. Teniendo en cuenta que es sumamente importante la protección de datos, tenemos mecanismos de intercambio para no tener a una familia recibiendo dos ayudas mientras otra familia se queda sin nada. Reportamos sistemáticamente al Grupo Interagencial de Flujos Migratorios Mixtos (GIFMM) para que la coordinación nos permita trabajar más asertivamente y efectivamente.
J.D.: Nosotros desde el Consejo Danés para Refugiados, además de los recursos de alimentación, también lideramos el espacio de protección, que se dedica específicamente a la asesoría para acceso a derechos. Este trabajo se ha intensificado con el covid-19 porque hay más situaciones que necesitan coordinación e incidencia para temas de protección.
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PMV: ¿Cuántos recursos están destinando para esta ayuda humanitaria y cómo asumen el llamado que hace el Gobierno nacional de que necesita más apoyo de la comunidad internacional para poder atender a los migrantes durante la pandemia?
J.D.: En este momento, en el Consejo Danés para Refugiados acabamos de hacer un análisis de necesidades y nos dimos cuenta de que son necesarios fondos adicionales porque mucha de la población con la que trabajamos no tiene documentación para trabajar formalmente en el país, entonces quedan mucho más vulnerables ante el aislamiento, pues no pueden generar recursos para alimentarse o pagar arriendos. Esos son los dos enfoques que nosotros tenemos y por eso estamos buscando más fondos. Esperemos poder conseguirlos en las próximas dos semanas. Hemos visto los desalojos y muchas personas que han tenido que reducir el consumo de comidas al día. Si antes comían tres veces al día, hoy están comiendo una o dos veces.
Queremos entregar un cash adicional para que las personas puedan pagar arriendos y cubrir algo de las necesidades básicas, de manera que no tengan que violar las normas del aislamiento. Los fenómenos de retorno que hemos visto en las últimas semanas tienen su raíz en que las personas están aún en más vulnerabilidad, no tienen para comer diario, no tiene cómo pagar sus arriendos y lo ven como la última salida en medio de la desesperación. Esta intervención puede prevenir estas situaciones.
J.O.: Esta crisis va a generar una necesidad importante de atención. El Gobierno está haciendo unos esfuerzos muy grandes para cubrir ciertas brechas, pero no va a ser suficiente. Estamos convencidos de que la solidaridad de la cooperación internacional va a ser muy grande en los meses y en los años que vienen. No solo estamos buscando recursos sino que ya tenemos muy buenas luces para nuevos recursos. Se han aumentado algunos presupuestos y los donantes están muy conscientes de las necesidades.
PMV: ¿Cómo asumen ustedes los retornos que se han venido dando?
J.D.: Nuestra posición es no incentivar ni apoyar los retornos, pues creemos que las condiciones en Venezuela no necesariamente significan una situación digna, de seguridad y salud pública para que las personas regresen. El otro punto es que consideramos que según las normas internacionales que existen para los retornos de migrantes y refugiados, estos deben ser voluntarios y en condiciones dignas. Cuando hablamos de voluntario, este concepto incluye que la decisión sea informada y que no sea bajo una presión. En esta situación consideramos que deberíamos enfocar la respuesta en la atención humanitaria para que puedan quedarse en Colombia porque adicionalmente se aumenta el riesgo de salud pública, por los largos traslados. En últimas, no creemos que estos retornos sean voluntarios pues se dan por una situación de falta extrema de alimentos, desalojos o xenofobia.
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PMV: ¿Cómo están funcionando las transferencias monetarias para los arriendos y cuántas personas van a atender?
J.D.: Nosotros aún no empezamos con estas transferencias. Esperamos tenerlas a finales de este mes y ahí sabremos cuántas familias vamos a poder atender.
J.O.: En este momento ya estamos realizando transferencias monetarias multipropósito, que lo que permiten es que las familias destinen los dineros para lo que son sus principales necesidades.
PMV: ¿En qué ciudades están prestando esta atención humanitaria?
J.O.: los tres socios estamos en diferentes ciudades, incluidas Maicao, Santa Marta, Cali, Bogotá, Barranquilla, Riohacha, Guainía, Medellín, Vichada y Guainía. Prontamente estaremos en Cartagena, donde nos reportan situaciones complejas.
PMV: En un país como Colombia, con tantas dificultades y en donde muchísimas personas están teniendo muchas carencias, se han dado algunos brotes de xenofobia de personas que creen que los venezolanos están quitándoles sus oportunidades. ¿Cómo asumen ustedes este reto de evitar la xenofobia en las comunidades?
J.O.: La xenofobia es una de las peores enfermedades que puede tener la humanidad. La discriminación es trágica y hay que denunciarla sistemáticamente.
J.D.: La xenofobia es muy difícil medirla, pero en las encuestas que hicimos recientemente el 70 por ciento de los migrantes nos mencionan que perciben que ha aumentado. Hay varias formas de trabajarlo, por ejemplo al asegurar que cuando entramos a comunidades vulnerables apoyamos tanto a colombianos de la comunidad de acogida como a migrantes. También trabajar a nivel de comunidad con líderes para asegurar que ellos sepan las intervenciones que nosotros tenemos, que conozcan la situación y ahí se pueden transmitir mensajes de convivencia con estas personas que tienen influencia. Adicionalmente tenemos un grupo de comunicación con comunidades, que tienen la tarea de transmitir mensajes con información correcta. La xenofobia se da en parte por la falta de información exacta y cierta, por los mitos que hay alrededor de los venezolanos, etc.
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En entrevista con el Proyecto Migración Venezuela, el embajador Gilles Bertand, explicó detalladamente cómo y en qué iniciativas se gestionarán los dineros, y destacó el gran compromiso de Colombia con las personas del vecino país.