Las detenciones ilegales son otro de los peligros de la selva del Darién. | Por: GUILLERMO TORRES - SEMANA
El Tapón del Darién, ubicado en Panamá, en plena zona fronteriza con Colombia, es la ruta elegida por los más de 115 mil migrantes venezolanos y de otras nacionalidades que hasta la fecha, han cruzado por este lugar.
A pesar de los múltiples peligros que reúne la selva del Darién, los migrantes venezolanos y otros de distintas nacionalidades se atreven a cruzar esta zona con el único fin de llegar a Estados Unidos, luego de pasar por territorios como Nicaragua, Costa Rica, Honduras y México.
Aunque estas personas son conscientes de los riesgos que se enfrentan adentro de esta selva, la decisión es clara, ese es el camino. Sin embargo, una vez allí, el lugar desata todos sus peligros y los migrantes se enfrentan cara a cara con ellos, es pasar o morir, lamentablemente.
Y es que hay que tener en cuenta que esta travesía también la realizan adultos mayores, niños y mujeres embarazadas, por lo cual, la precaución debe ser aún mayor. No es fácil, pero las cifras de los migrantes que han cruzado el Darién en lo que va del año demuestran que sí o sí es la ruta predilecta por la mayoría.
Los animales, las condiciones climáticas extremas, las detenciones ilegales y la violencia xenofóbica son algunos de los peligros a los que se enfrentan los migrantes en esta zona localizada en territorio panameño.
Pero además de esto, hay un riesgo latente que ha cobrado la vida de más de 20 migrantes en el Darién en el 2022, según las autoridades panameñas, se habla de los ahogamientos, dado que para que las personas terminen su travesía en esta selva, tiene que cruzar algunos ríos, en su gran mayoría, caudalosos.
Y es que precisamente en la selva del Darién se encuentra el sistema hidrográfico más extenso de Panamá, el río Chucunaque Tuira, que tiene un área de drenaje de 864 mil hectáreas y justo por allí tiene que cruzar en pequeñas canoas los migrantes, dónde algunos, lamentablemente han fallecido.
La Universidad Johns Hopkins y la Corporación Red Somos, con el apoyo del Ministerio de Salud de Colombia y Onusida, abordó la situación de salud de la población venezolana migrante en el país.
