En la ruta de los caminantes venezolanos, en Norte de Santander, se observan constantemente gran cantidad de migrantes y refugiados. | Por: ESTEBAN VEGA | SEMANA
La volátil situación en Latinoamérica presiona a venezolanos a una segunda migración, según alertó Tomás Páez Bravo, coordinador del Observatorio de la Diáspora Venezolana (OVD), de la Universidad Católica Andrés Bello, de Caracas.
Ni la pandemia de la covid-19, ni las fronteras cerradas de los países ha podido detener el éxodo masivo de migrantes y refugiados provenientes de Venezuela, que en el mundo ya acumula más de 6,1 millones de personas.
El coordinador del Observatorio de la Diáspora Venezolana (OVD) y sociólogo, Tomás Páez Bravo, alertó que la crisis del vecino país continúa expulsando a sus ciudadanos en una migración forzada sin precedentes. "La diáspora sigue creciendo, aproximadamente, a razón de 1.400 personas por día”, dijo Páez, quien detalló que hay presencia de venezolanos en más de 90 países y en más de 400 ciudades del mundo.
El investigador de este observatorio de la Universidad Católica Andrés Bello, de Caracas, advirtió que en Venezuela sigue existiendo una población absolutamente empobrecida, sin fuentes de trabajo, sin posibilidades de estudio, con problemas de agua, electricidad, salud, educación que vive pensando en emigrar.
El catedrático explicó en diálogo con la emisora Unión Radio, de Venezuela, que en muchos países de Latinoamérica "hay situaciones volátiles económica y políticamente” que están obligando a muchos venezolanos a movilizarse hacia otras naciones de América Latina y Estados Unidos.
"Luego de estabilizarse y poder enviar recursos a familiares que dejaron atrás, comienza la movilización desde Colombia a Ecuador, Perú, y luego arman los viajes hacia EE.UU. y Centroamérica, en condiciones distintas, unos en avión y otros a través del Tapón de Darién, vía muy peligrosa. Pero sí, se está produciendo un movimiento de movilización interna en la región", dijo el sociólogo Tomás Páez.
El coordinador de este observatorio reveló que la diáspora hoy representa la cantidad de habitantes que Venezuela tenía en el año 1960. “Ni en el año 2020 ni en 2021 dejó de haber migración, solo que se contrajo por el cierre de fronteras y restricciones a la movilidad, además de las recientes peticiones de visas en varios países. Se redujo a 400.000. venezolanos en el año 2020 y a 600.000 en 2021. Ni la covid-19 ni el poscovid frenaron el proceso migratorio venezolano”, afirmó.
La estimación de la cantidad de migrantes y refugiados venezolanos que salen huyendo a diario de su país coincide con las cifras que en diciembre de 2021 lanzó William Spindler, portavoz en América Latina de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur).
El vocero de esa agencia de las Naciones Unidas indicó que el impacto de la migración ha sido “enorme” en todas las familias venezolanas, y que este fenómeno se ubica entre el éxodo humano más grande de la región. En este sentido, precisó que ya son más de 6 millones de refugiados venezolanos los que están en el mundo, y que diariamente “alrededor de mil personas se van de Venezuela sin intención de volver”.
El vocero de Acnur acotó que esta población sigue saliendo de Venezuela en busca de una mejor calidad de vida, ya que las condiciones de este país son cada día más precarias y difíciles, sobre todo el acceso a alimentos, salud y educación.
Más de 19.000 migrantes en condición irregular que transitan por difíciles trayectos migratorios desde sus países de origen hacia Norteamérica han llegado a Panamá en lo que va de 2022, tras cruzar la peligrosa jungla del Darién, en la frontera con Colombia.
Según la directora del Servicio Nacional de Migración, de Panamá, Samira Gozaine, en los primeros cuatro meses del año pasado cruzaron el Tapón del Darién un total de 13.425 migrantes irregulares, de ellos 4.257 son deVenezuela, 1.589 de Haití, 1.164 de Senegal y 1.065 de Cuba, las nacionalidades predominantes en este grupo.
La Universidad Johns Hopkins y la Corporación Red Somos, con el apoyo del Ministerio de Salud de Colombia y Onusida, abordó la situación de salud de la población venezolana migrante en el país.
