Adultos mayores, niños y hasta mascotas esperan en terminales de transportes en Medellín. | Por: DIEGO ANDRÉS ZULUAGA - SEMANA
Es desplazamiento masivo de migrantes venezolanos para llegar hasta la selva del Darién aumenta cada vez más. Adultos mayores, mujeres embarazadas y niños, intentan con sus familias llegar a este lugar para salir de esta parte del continente.
La crisis migratoria no se detiene, por el contrario, aumenta cada vez más. Las personas venezolanas siguen huyendo de su país por la crisis económica y social, y el principal objetivo es salir de esta parte del continente para poder llegar, después de una larga travesía, a Estados Unidos.
En este sentido, la ruta elegida para migrar es la peligrosa selva del Darién, que, a pesar de sus múltiples riesgos, continúa figurando como el lugar que más frecuentan las personas venezolanas y de otras nacionalidades para buscar nuevos horizontes y una mejor calidad de vida en otro país.
Ante esto, los migrantes venezolanos que salen de su nación hacen una pequeña parada que se vuelve larga en las terminales de transportes de Medellín dado que, desde allí salen los buses que tienen como destino el municipio de Arboletes, en Urabá, para luego adentrarse en el Tapón.
Ante esta presencia masiva de migrantes venezolanos en las terminales de la capital antioqueña, los tiquetes para llegar a Urabá están agotados, por lo que estas personas deben esperar hasta tres días para poder conseguir un bus con cupos hacia la zona indicada.
Familias venezolanas enteras se encuentran en este momento esperando la habilitación de tiquetes para poder cumplir su objetivo, llegar hasta el Darién y cruzarlo. Adultos mayores, niños y hasta mascotas, destacan entre todas las personas que esperan en las terminales.
Son muchos peligros a los que se enfrentan todos aquellos que se atreven a cruzar el Tapón del Darién, ubicado en Panamá, en plena frontera con Colombia. El camino es largo.
La Alcaldía de Bogotá, en articulación con USAID, ofrece una jornada de orientación y acceso a trámites en la localidad de Ciudad Bolívar, para la población migrante venezolana y retornados colombianos, este 18 de febrero.