"A todos los retornados se les ha hecho tamizaje, se les ha dado tapabocas y alimentación para el viaje", aseguró Ospina. | Por: ALCALDÍA DE CALI
Consciente de que la propuesta podría ser ingenua, el alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina planteó que urge un diálogo entre los presidentes de los países de la región: Ecuador, Colombia, Brasil y Venezuela a fin de que se cree urgente una ruta de atención para los migrantes venezolanos que están retornando durante la pandemia.
En entrevista con el Proyecto Migración Venezuela, Ospina lanzó la advertencia de que ya no cuenta con presupuesto para trasladar a más ciudadanos venezolanos hasta las fronteras de Arauca o Cúcuta.
¿Cuál es el diagnóstico que tiene con la situación de los migrantes en Cali?
La emergencia por covid-19 no se atendió bien en Ecuador y esto ocasionó que miles de venezolanos salieran de allá en la ruta de Ecuador a Venezuela. Ellos vienen mal trechos, desarrapados, deteriorados, desnutridos y deshidratados. Muchos de ellos se están viniendo caminando, en buses o en camiones y su estado es realmente lamentable.
No han tenido un tamizaje sanitario en la frontera, por lo cual son posibles diseminadores del virus en todo el trayecto. No solo vienen del Ecuador sino de Perú y Chile, y ya se quedaron sin recursos para continuar esta travesía, entonces buscan en la ciudad de Cali un mecanismo para trasladarse y llegar a la frontera con Venezuela.
¿Qué solución propone?
Se tienen que sentar a conversar todos los presidentes de la región: Lenín Moreno, Iván Duque, Nicolás Maduro y Jair Bolsonaro a establecer una agenda de trabajo bajo la supervisión de instancias internacionales como la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Organización Mundial de la Salud (OMS) o la Organización de Estados Américanos (OEA). Hay que construir una hoja de ruta común y superar las dificultades de orden político e ideológico. Esto es lo que se debería estar haciendo por estos migrantes.
Mientras esto no exista se da la política de sálvese quien pueda y esto es lo que desafortunadamente está ocurriendo. Hace rato los presidentes de la región deberían haber establecido una comunicación para el intercambio, construir corredores sanitarios, adelantar procesos de pesquisaje, tamizaje y cuarentena obligatoria en las fronteras. Si algo grave ha traído esta emergencia es que los países están funcionando individualmente y no bajo una agenda global, como lo demanda la pandemia.
Usted en principio ofreció pagarles un vuelo humanitario a los migrantes, luego hizo varias jornadas de traslados en autobuses, ahora dice que ya no cuenta con recursos...
Este mecanismo de retorno no lo ha habilitado el Gobierno nacional con sistematicidad, ni el gobierno venezolano, ni nadie, me ha tocado solo, y en unas condiciones muy difíciles porque ya no tenemos caja para financiar los traslados. Nuestro presupuesto yo no puede, es precario, no tenemos cómo pagar traslados en aubuses hasta las fronteras de Arauca o Cúcuta.
La Alcaldía de Cali ha ayudado a trasladar a 1.600 venezolanos. Se espera que este miércoles retornes otros 500.
¿Cuántos recursos ha invertido en la repatriación de extranjeros?
La Alcaldía de Cali ha gastado 1.200 millones de pesos entre albergues, transportes, comida, y jornadas de tamizaje con los migrantes. Hemos trasladado a 1.600 venezolanos, y en último esfuerzo vamos a trasladar a 500 más (los que estaban durmiendo a las afueras del centro administrativo de Cali) para un total de 2.100, quienes saldrán a la frontera a más tardar este miércoles. Estos no solo son los venezolanos procedentes de Ecuador u otros países, también se sumaron personas que estaban en Colombia desde hace dos o tres años, y que afectados por la depresión económica también decidieron retornar a su país. Ha sido muy difícil, lo hacemos con mucho cariño pero no deja de estar sujeto a viscicitudes; desafortunadamente se tuvo un accidente de tránsito donde murió un migrante y el conductor del autobús.
¿Ayudar a retornar a los venezolanos a su país podría interpretarse como una actitud humanitaria o es xenofobia disfrazada?
Para mí es una estrategia de corredor humanitario porque es el propio venezolano quien está tomando la decisión de regresar a su país. Esta situación se agudiza por el tema de la epidemia y ha traído egoísmo y menos solidaridad en las personas. Las crisis generan este tipo de circunstancias anómalas. Yo creo que hay que respetar la dignidad humana, los flujos migratorios independientemente de su condición sociopolítica, en eso soy muy amplio.
A todos los migrantes que han retornado se les ha hecho tamizaje, se les ha registrado y verificado su identidad, además se les ha brindado tapabocas y alimentos para el viaje de 14 a 16 horas.
¿De qué forma los ha apoyado el Gobierno nacional?
Ellos ofrecen una ayuda simbólica porque no hemos tenido una ayuda de infraestructura económica. A través de la asesoría de la Presidencia para la crisis migratoria y Migración Colombia nos han ayudado a coordinar los procesos de traslados hacia la frontera.
¿Qué pasa con los migrantes en situación de vulnerabilidad de la ciudad que no quieren devolverse a su país? ¿Qué tipo de ayudas hay para ellos?
No tenemos una ayuda diferencial para los migrantes venezolanos. Es la misma ayuda que le podemos ofrecer a un colombiano que está en situación difícil y vulnerable por la pandemia en este momento. Es una situación muy complicada.
¿Qué pasó con la propuesta que le hizo a la gobernadora de Valle del Cauca de cerrar los límites del departamento para que no ingresaran extranjeros provenientes de Ecuador?
No pasó nada con la propuesta, eso se quedó así porque es muy porosa y amplia la frontera. Entonces no se pudo concretar.
Flexibilizaron la restricción que impusieron autoridades venezolanas en abril, informó la Gobernación Norte de Santander, que además instó a los alcaldes y gobernadores a que se abstengan de enviar transportes a la frontera.
