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Colombiana retornada abrió comedor en Arauca para alimentar a 200 niños al día

Colombiana retornada abrió comedor en Arauca para alimentar a 200 niños al día

Niños de escasos recursos almuerzan de lunes a viernes en el comedor Mis Chiquitines, en Arauca. | Por: CORTESÍA CECILIA RÁQUIRA




Por: Proyecto Migración Venezuela @MigraVenezuela

junio 03 de 2020

Cecilia Ráquira sirve puntual el almuerzo de lunes a viernes a las 11:30 de la mañana. La iniciativa de una olla comunitaria semanal —que esta colombiana retornada comenzó en el barrio El Refugio de Arauca para repartir sancocho entre sus vecinos— se convirtió en el comedor comunitario 'Mis Chiquitines', que alimenta diariamente a unos 200 niños de escasos recursos.


La idea de crear el comedor le nació a Ráquira al ver el hambre y la necesidad por falta de alimentos que padecen muchas familias en su sector a causa de la cuarentena por la covid-19. Habilitó un espacio en el patio de su casa, unió varias mesas, las vistió con un mantel blanco y mantiene el lugar impecable para que lleguen los pequeños a degustar el almuerzo.

 

En la cocina la ayudan ocho vecinos. Se reparten las labores en el lavado, cortes y preparación de los alimentos, que en su mayoría obtienen por donaciones. Las hortalizas provienen de los huertos comunitarios del programa Emergencia de Respuesta de Arauca (ERA), que impulsa la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) y Acdi/Voca. 

 

"Las huertas de ERA han sido de gran ayuda porque de allí obtenemos las verduras que necesitamos para los almuerzos. Nos sentimos muy bien de saber que estamos ayudando a tantos niños que no tienen qué comer en sus casas", dice Nayla María Mindivil, una migrante venezolana que ayuda a preparar los almuerzos.
 

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Las hortalizas provienen de las huertas comunitarias del programa Emergencia de Respuesta en Arauca.


«Nos reunimos a las 6:00 de la mañana para comenzar a preparar los alimentos y a las 11:30 empezamos a servir. Los niños más grandecitos almuerzan en el comedor y los padres de los más pequeños recogen la comida para dárselas en sus casas. Ya a las 2:00 de la tarde terminamos la jornada con el aseo del lugar»:

cuenta Cecilia Ráquira, boyacense que vivió 11 años en Venezuela


 

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El comedor Mis Chiquitines está ubicado en el barrio El Refugio, de Arauca. 

 

Los niños hacen la fila en orden, conservan la distancia como medida de prevención y usan tapabocas. Cecilia les pide que se laven las manos en sus casas antes de llegar al comedor, pues actualmente no cuentan con un espacio adecuado para la higiene de manos. Hoy sus gestiones no solo buscan conseguir los insumos para la comida, sino también lavamanos que permitan cumplir estas recomendaciones sanitarias.

 

Ver a su hijo con energías para jugar es un alivio que Raquel González, la madre de uno de los niños beneficiados en el comedor, no puede explicar. "La comida es sabrosa, a mis hijos les encanta y se la comen todita", dice esta mujer de ojos alegres, quien agradece la buena voluntad de Cecilia y su equipo de cocineros.

 

Hasta el momento, Cecilia ha encontrado diferentes formas de seguir apoyando a su comunidad, pero los recursos son finitos. Por esto, ha empezado a buscar alternativas. Precisamente el programa Emergencia de Respuesta en Arauca incentiva una campaña de apoyo invitando a la ciudadadanía a donar desde 10.000 pesos a la cuenta DaviPlata 3182685968. 

 






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