En Colombia, casi dos millones 500 mil personas migrantes venezolanas tienen vocación de permanencia. | Por: GUILLERMO TORRES | SEMANA
Cuatro ONG internacionales facilitarán ayudas humanitarias para cubrir necesidades urgentes y también apoyarán emprendimientos en Antioquia, Arauca, Bogotá, Bolívar, Cundinamarca, La Guajira y Norte de Santander.
Las organizaciones internacionales humanitarias Comité Internacional de Rescate, Mercy Corps, Save the Children y World Vision, que conforman el consorcio VenEsperanza, se comprometieron hasta el año 2024 a seguir brindando atención y asistencia a los migrantes provenientes de Venezuela.
Este compromiso beneficiará a cerca de 125.000 personas venezolanas en Colombia, según precisaron voceros de estas ONG internacionales en el evento ‘Construyendo futuro con Esperanza’.
Así, se acordó que continuarán con el proyecto que se ha estado implementado desde el 2019 para apoyar a la población migrante, refugiada, retornada y de acogida, a través de asistencia financiera para cubrir necesidades básicas y actividades de orientación sobre el proceso del Estatuto Temporal de Protección de migrantes Venezolanos o el Permiso por Protección Temporal (PPT), lactancia materna y nutrición.
Las conclusiones más destacadas resaltaron la urgencia de apoyar a quienes siguen llegando a Colombia a buscar una vida mejor y la necesidad de apostar por su integración socioeconómica.
En ese sentido, la plataforma VeneEsperanza informó en un comunicado de prensa que la nueva fase del programa brindará espacios de capacitaciones a personas migrantes, refugiadas, retornada y a comunidades de acogida en temas de emprendimiento, empleabilidad, manejo de ahorros y sobre cómo incrementar su estabilidad financiera y facilitar su acceso al mercado laboral.
Shanti Sattler, directora del Consorcio VenEsperanza, subrayó que este nuevo acuerdo significa un paso adelante, aunque reconoce que es muy difícil cubrir todas las necesidades, si no hay un apoyo constante de la comunidad internacional. Además, explica el papel de la integración económica en esta nueva etapa.
“En estos primeros años vimos cómo muchas personas con muy poco montaron un negocio para poder sostenerse y más que tienen el interés y la ganas de hacerlo. Vamos a ir un paso más allá de la ayuda humanitaria de emergencia y les acompañaremos en este camino de la búsqueda de ingresos estables a través de actividades para apoyarles para ahorrar, buscar empleo formal y el desarrollar emprendimientos”, acotó Sattler.
Detallaron que la primera fase de VenEsperanza logró apoyar a más de 416.000 personas migrantes y refugiadas venezolanas, colombianas retornadas y de comunidades de acogida, superando la meta inicial de 374.865.
La migrante venezolana Angélica fue una de las participantes del programa en La Guajira, y explicó lo que significó ese apoyo para construir una vida más digna en Colombia. “Cuando llegó VenEsperanza fue una bendición para nuestras vidas porque fue un cambio que no esperábamos, no solo para mí sino para toda la comunidad”, expresó la mujer migrante.
Además, en los primeros cuatro años de actividades, casi 96.000 niñas, niños, y comunidades recibieron servicios complementarios de nutrición y más de 26.000 personas obtuvieron orientación sobre cómo acceder al ETPV, que facilita la residencia temporal, el acceso a derechos de salud y al trabajo en Colombia.
Entre los logros más destacados señalan también que durante el último año, se realizó el pre-registro de más de 5.000 caminantes venezolanos para evaluar si podían facilitarles apoyo, reconociendo los riesgos adicionales que enfrentan, al transitar por algunas de las rutas más peligrosas del país sin redes de apoyo.
La Universidad Johns Hopkins y la Corporación Red Somos, con el apoyo del Ministerio de Salud de Colombia y Onusida, abordó la situación de salud de la población venezolana migrante en el país.