Al menos 3.550 personas han salido desde los terminales de buses en Bogotá hacia la frontera. | Por: CORTESÍA ALCALDÍA DE BOGOTÁ
En 66 semanas terminarían de retornar a su país los migrantes venezolanos que se encuentran en Bogotá esperando un cupo para poder viajar hasta la frontera. Así lo manifestó Andrés Idárraga, director de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobierno de la Alcaldía Mayor de Bogotá.
“A este paso, en 66 semanas (16 meses) migrantes venezolanos en Bogotá podrían retornar a Venezuela. Hay 20 mil en lista de espera y Bogotá envía a la semana en promedio 300 personas. ¿Cúando van a retornar todos?”, cuestionó Idarraga, quien explicó que hasta el momento alrededor de 3.550 migrantes han salido de los terminales de autobuses de la capital colombiana desde el 13 de mayo.
Esta situación se presenta debido a las restricciones que ha impuesto el Gobierno venezolano para permitir el ingreso de sus connacionales. Desde la semana pasada, el régimen de Nicolás Maduro autorizó que diariamente ingresaran al país 350 personas de lunes a viernes, lo que permitiría a 1.750 migrantes atravesar la frontera. Estos cupos están siendo distribuidos por Migración Colombia entre los municipios con venezolanos que han manifestado el deseo de regresar a su país.
Ante esto, el funcionario de la Alcaldía indicó que es vital el apoyo del sector privado y de organizaciones humanitarias. Además aseguró que se necesita más empeño de ambos Estados para solucionar la crisis. “¿Por qué la presidencia de ambos países no se ponen de acuerdo en vuelos humanitarios financiados por los Estados para garantizar el derecho a migrar? Así la frontera se descongestiona y baja presión en entes territoriales”, propuso el funcionario del Distrito, reconociendo que muchos de los venezolanos que están a la espera de viajar no cuentan con los 170 mil o 220 mil pesos que están cobrando las empresas transportadoras por un tiquete hasta la frontera.
La propuesta del director de Derechos Humanos de la Alcaldía de Bogotá se presenta en medio de unas relaciones diplomáticas rotas entre ambos países y con un agravante: que el presidente Nicolás Maduro ha empezado a referirse al coronavirus como la "enfermedad colombiana" por cuenta de los casos positivos que han llegado a Venezuela desde Colombia. En ese sentido, no es claro qué tan viable sea una coordinación entre ambos Estados, ni se sabe si el Gobierno venezolano permitiría el ingreso de más personas por las vías aéreas.
Lo cierto es que la afirmación del funcionario responde a una situación particular que vive Bogotá y es que cientos de venezolanos que han quedado en las calles por cuenta del coronavirus no han aceptado ir a los albergues del Distrito pues creen que, de hacerlo, perderán el cupo en los buses que se están disponiendo.
De hecho, el pasado viernes, después de un mes y medio, el grupo de ciudadanos venezolanos que se encontraban asentados en el separador de la autopista norte decidió aceptar la propuesta de la Alcaldía de Bogotá y se trasladaron a las instalaciones del Terminal del Norte, donde aún esperan el apoyo para retornar a su país. “De ese grupo, a unas 350 personas las ubicamos en el terminal. Ellos no quisieron ir a los albergues, porque quieren es viajar”, añadió Idárraga.
La Universidad Johns Hopkins y la Corporación Red Somos, con el apoyo del Ministerio de Salud de Colombia y Onusida, abordó la situación de salud de la población venezolana migrante en el país.