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Migración venezolana: una oportunidad para la economía

Migración venezolana: una oportunidad para la economía

Uno de los retos para el gobierno será combatir la informalidad laboral, no solo de los migrantes sino también de los colombianos. | Por: ESTEBAN VEGA / REVISTA SEMANA




Por: Sara Prada @pradasaraca

febrero 22 de 2019

Cada migrante venezolano puede significar un buen negocio para Colombia.  El 82 por ciento de los encuestados por la última medición de Invamer no ve con buenos ojos el impacto de la migración venezolana en la economía del país. Pero el Observatorio del Proyecto Migración Venezuela encontró que la llegada de  los vecinos favorecería el crecimiento de la inversión e incluso disminuiría el desempleo. 

Muchos colombianos creen que los venezolanos les quitan los empleos, trabajan por menos dinero, están menos calificados y su atención es costosa para el Estado. Más allá del mito, lo cierto es que el impacto positivo se podría ver en menos de dos años si el país logra integrar a los migrantes y formalizar su estatus.

Los migrantes compran bienes y servicios, igual que los lugareños, y aumentan la demanda de productos locales e importados que, además, inciden en los precios y niveles de producción de los países receptores. Por eso, el mayor impacto de la migración venezolana en Colombia se daría en el consumo que, gracias a los venezolanos, puede crecer un punto porcentual más que sin ellos.

 

Experiencias internacionales
Los procesos migratorios que han vivido países europeos, latinoamericanos y Estados Unidos han tenido efectos positivos en la economía. No hay razón para pensar que la migración venezolana hacia Colombia será la excepción, pero lograrlo dependerá, en gran medida, de implementar políticas y regulaciones activas que materialicen los beneficios potenciales que puede tener este fenómeno migratorio para el país.

La migración  aporta mano de obra para los sectores que más la necesitan. | © Miguel Galezzo


Impulso de lo rural

Para algunos, los migrantes no le dejan nada al país porque mucho de lo que ganan lo envían a Venezuela en forma de remesas. Sin embargo, si los venezolanos participaran en el sistema financiero y acceden  a créditos, su ahorro le serviría al país.

Sin el impulso de la migración, el crecimiento de la inversión en Colombia en 2021 podría llegar el 3,1 por ciento, pero con su aporte puede alcanzar entre un  3,3 por ciento y un 3,5 por ciento, de acuerdo con estimativos del Observatorio.
 

Aunque el mercado laboral genera conflictos entre colombianos y venezolanos, las cifras demuestran que el empleo de los migrantes contribuiría al aumento de la productividad en los sectores que los ocupan y podría disminuir el desempleo.

Su trabajo alivia sectores como el rural, que enfrenta la escasez de mano de obra joven en cultivos como el de café. Allí los venezolanos salvaron la cosecha del año pasado. Para 2021 la tasa de desempleo estaría en un 9,4 por ciento. Pero la presencia de migrantes podría disminuirla a 9,2 u 8,9 por ciento, según la cantidad de venezolanos que se encuentren en Colombia en ese momento.

 

Los venezolanos que trabajan como recolectores de café enfrentan los mismo problemas que los colombianos. Este es un sector que se caracteriza por los altos niveles de informalidad y la falta de seguridad social. | © José Puentes Ramos


La inmigración en el mediano y largo plazo también tendría  impactos en  el crecimiento del PIB. En efecto, el país podría crecer entre 3 y 3,7 por ciento para 2021. El impacto sería positivo tanto en las proyecciones hechas por el Departamento Nacional de Planeación (DNP) como en las de Fedesarrollo.

 

Las estimaciones del Departamento Nacional de Planeación y de Fedesarrollo muestran que, para 2021, la migración podría beneficiar el crecimiento del Producto Interno Bruto del país.


Para el sociólogo venezolano Tomás Páez, director del Observatorio de la Diáspora Venezolana, “La diáspora no es el problema; es una oportunidad. Los migrantes aportan al sistema económico de su país de acogida; pagan servicios, aportan a los sistemas de salud y pensión, compran y consumen”. Para Colombia el reto será crear las condiciones para aprovechar esos beneficios de la llegada de venezolanos.

 

Paga el presupuesto público

A pesar de los buenos resultados que puede dejar la migración venezolana para la economía colombiana, el presupuesto público se verá afectado negativamente en el mediano plazo. Las estimaciones del DNP prevén que a 2021 la migración reduciría el recaudo de impuestos. Esto porque los venezolanos trabajan principalmente en el sector informal y están fuera del sistema de seguridad social.

De ahí la importancia de su integración a la formalidad y de eliminar barreras que impiden que los más calificados se queden por fuera del mercado laboral, como los procesos de homologación y convalidación de títulos.

 

El empleo informal de los migrantes no es una situación exclusiva de Colombia. Por ejemplo, Turquía, principal país receptor de migrantes en el mundo, con más de tres millones de refugiados sirios, aumentó la productividad y la producción. La mayoría de los refugiados trabajan informalmente en empresas pequeñas, sobre todo en los sectores hotelero y de construcción.

Las experiencias internacionales exitosas de países que recibieron migración muestran la necesidad de tener políticas que faciliten la integración económica y social de los mismos. Para Colombia, además de garantizar el acceso a los servicios de salud y educación, uno de los principales retos será la formalización laboral de los venezolanos, más si se tiene en cuenta que la informalidad de los colombianos cerró 2018 en 47 por ciento en las trece principales ciudades.

 

La ventas ambulantes y el trabajo informal ha sido la única alternativa para muchos de los migrantes que llegan a Colombia desde Venezuela. | © Miguel Galezzo



«Todo el mundo se queja de la informalidad, pero cuando se dice ‘bueno, qué hacemos para mejorar la formalidad’, la mayor parte de las medidas casi siempre son o coercitivas o buenas intenciones, pero poco implementables»

JUAN CARLOS GUATAQUÍ

Exsubdirector del DANE
 


 

Para Juan Carlos Guataquí, entre las prioridades está caracterizar a la población migrante; saber quiénes son, cuáles son sus edades, niveles educativos y necesidades, y combatir la informalidad con metas realistas y realizables.

En el largo plazo la migración podría representar una oportunidad, no solo por el beneficio económico que pueda traer, sino porque visibiliza problemáticas que requieren medidas efectivas. En enfecto, la lucha contra la informalidad laboral debe ser una prioridad para proteger a los trabajadores, colombianos y extranjeros, y asegurar su acceso al sistema de seguridad social.

Si Colombia logra avanzar en la formalización del empleo no solo tendrá mejores condiciones para integrar a los venezolanos, sino que brindará más garantías a los propios los colombianos.

 






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