Por el puente Francisco de Paula Santander transitan a diario 15 mil personas, entre Ureña y Cúcuta. | Por: MILAGROS PALOMARES - SEMANA
La Alcaldía de la capital de Norte de Santander, en articulación con las agencias de cooperación internaciona y la empresa privada trabajan en la inclusión de la población migrante proveniente de Venezuela.
Cúcuta se convirtió en la principal ciudad fronteriza receptora de personas provenientes de Venezuela, y con ello sus autoridades asumieron el reto de pasar de la atención humanitaria a la inclusión socioeconómica mediante una estrategia que llamaron “Sembrando la migración”.
Sergio Maldonado, secretario de Desarrollo Social de la Alcaldía de Cúcuta, contó al Proyecto Migración Venezuela cómo han logrado engranarse con las agencias de cooperación internacional y el sector privado para avanzar en la integración de las personas venezolanas.
Tal como lo ha explicado el alcalde Jairo Yáñez, sembrar la migración es una apuesta orientada hacia el servicio, la educación y la recuperación de la dignidad e integridad del ser humano, violentada por el régimen del vecino país que ha expulsado a millones de personas de su tierra.
Este programa es liderado por la Secretaría de Desarrollo Social de la Alcaldía de Cúcuta, y promueve la integración de la población migrante, solicitante de asilo, refugiada y de acogida a través de jornadas móviles de servicios con el apoyo de los agentes cooperantes, en la zona urbana, periurbana y rural del municipio.
"A la fecha hemos realizado 54 jornadas y se han hecho 57 mil atenciones en salud, educación, empleabilidad y emprendimientos", precisó Sergio Maldonado.
Dar el salto de la atención humanitaria de emergencia a la verdadera inclusión social —según el secretario de Desarrollo Social— permite que el municipio pueda absorber mano de obra calificada que tienen los venezolanos, y definitivamente le aportan al desarrollo de la ciudad de Cúcuta, como se ha visto en el sector gastronómico y hotelero de la capital de Norte de Santander.
"En la medida que el migrante venezolano y retornado colombiano recuperen su calidad de vida, una ciudad ve mejorada sus indicadores, por eso es necesario hacer posible ese proceso de inclusión real", concluye Maldonado, quien a la vez apunta que la temporalidad del fenómeno migratorio ya pasó, y que sin duda esta población llegó para quedarse.
La Universidad Johns Hopkins y la Corporación Red Somos, con el apoyo del Ministerio de Salud de Colombia y Onusida, abordó la situación de salud de la población venezolana migrante en el país.