La iniciativa se concretó previo a una minuciosa caracterización de habitantes en este corregimiento. | Por: GOBERNACIÓN NORTE DE SANTANDER
Una intervención muy focalizada está haciendo el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refigiados (Acnur) y la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) en el corregimiento La Parada, punto fronterizo que divide a Cúcuta con Venezuela.
Este domingo, organismos de cooperación internacional en conjunto con la Gobernación Norte de Santander y Alcaldía del municipio Villa del Rosario entregaron ocho mil ayudas humanitarias a familias colombo venezolanas que viven del día a día y que no tienen cómo generar ingresos ante la contingencia por el covid-19.
Las medidas de cuarentena nacional están generando potenciales focos de contagio en La Parada, ya que en cada vivienda se encuentran hacinados gran cantidad de adultos y niños, tal como lo ha denuciado el alcalde de Villa del Rosario, Eugenio Rangel, quien promovió la militarizacón en la zona desde el pasado miércoles.
«Aquí tenemos población vulnerable a quienes la crisis del covid-19 les obliga a quedarse en sus casas y muchas de estas personas viven del día a día. De manera que hemos trabajado con toda la cooperación internacional para que 8.000 personas reciban las condiciones mínimas de subsistencia».
Víctor Bautista, secretario de Fronteras de la Gobernación de Norte de Santander
Paquetes con artículos de aseo personal, alimentos y otros productos de primera necesidad fueron llevados casa por casa con el apoyo de funcionarios de la Policía Nacional y el Ejército Colombiano.
En La Parada convergía normalmente la mayoría del comercio informal de Cúcuta. La militarización se dio para tener mayor control sobre la movilidad en la zona comercial y para controlar los pasos ilegales, por los que transitaban aproximadamente mil personas, entre colombianos y venezolanos. Anteriormente, por el puente internacional Simón Bolívar transitaban aproximadamente 40.000 mil ciudadanos, en su mayoría migrantes pendulares.
La Universidad Johns Hopkins y la Corporación Red Somos, con el apoyo del Ministerio de Salud de Colombia y Onusida, abordó la situación de salud de la población venezolana migrante en el país.