El tejo es catalogado como el único deporte autóctono de Colombia. | Por: ARCHIVO SEMANA
A pesar de que a Colombia y Venezuela los separa una frontera, la cultura los une formando territorios hermanos en los que más allá de su similitud, la riqueza popular de cada uno los resalta de forma diferente.
Colombia y Venezuela son dos países hermanos con riquezas culturales inigualables. A dónde quiera que vaya uno de sus nacionales es fácil identificarlo por la calidad humana y las costumbres que a estos los caracteriza. En uno brota el café y en otro petróleo, territorios repletos de talento y gente trabajadora.
En este sentido, son muchas costumbres que unen a estas dos naciones y otras más que las diferencian completamente. Por ejemplo, aunque su gastronomía es semejante, tanto en Colombia y en Venezuela existen formas distintas de preparar sus manjares.
Otro de los paralelos se puede plantear con los juegos criollos tradicionales de cada país. Por ello, a continuación, se hablaría de los 5 juegos típicos colombianos que todo migrante venezolano que reside en suelo cafetero debe practicar con familiar y amigos.
Trompo
El trompo acompañó la niñez de muchos de los colombianos. Es un juguete que está fabricado a base de madera con una púa de metal en la punta dónde se enrolla la cuerda la cuerda y posteriormente de lanza y se pone a rodar el trompo. Este popular juego es infaltable en los recreos de los colegios y en los barrios cafeteros.
Rana
La rana es un juego del cual siguen disfrutando miles de colombianos en las fiestas o reuniones familiares. Consiste en introducir un total de 6 argollas en la boca de una rana en una distancia determinada. La persona que gana, generalmente, es quien después de 100 lanzamientos obtiene la mayor puntuación.
Cucunuba
Este es un juego un poco similar al de la Rana ya que, consiste en lanzar bolas de metal a una determinada distancia contra un tablero agujereado. Cada agujero tiene un puntaje en específico y aquel que acierte en los de mayor valoración, gana el juego.
Tejo
De este juego se destaca que es el único deporte autóctono de Colombia. Este, empezó a ser practicado hace más de 500 años por los indígenas Muiscas en departamentos como Cundinamarca y Boyacá, y se extendió por todo el país. Consiste en lanzar el tejo, desde una distncia convenida y hacer estallar la mecha de pólvora o quedar más a cerca a la misma en comparación con los demás competidores.
Canicas
Este es otro de los juegos que acompañó la crianza de muchos colombianos. Aunque hay diferentes formas de jugarlo, este, por lo general, consiste en una batalla directa con los oponentes para quedarse con sus canicas o metras, que son esferas de cristal macizo de muchos colores.
Se ponen en un círculo, y cada jugador apunta con su canica y le dispara con los dedos pulgar y medio para impactar las de sus rivales para quedarse con ellas, si las sacar de ese círculo.
La Universidad Johns Hopkins y la Corporación Red Somos, con el apoyo del Ministerio de Salud de Colombia y Onusida, abordó la situación de salud de la población venezolana migrante en el país.