La Alcaldía indicó que no van a instalar más campamentos de este tipo y que hay un alojamiento temporal en funcionamiento. | Por: ALEJANDRA CASTAÑO ALZATE / PROYECTO MIGRACIÓN
Este martes 15 de enero se vence el plazo para que los migrantes venezolanos salgan del campamento que dispuso la Alcaldía de Bogotá, en noviembre pasado, ante la emergencia humanitaria que se originó en el antiguo refugio de 'El Bosque', en inmediaciones de la Terminal de Transportes de la capital.
María Angélica Trujillo, gerente del Plan de Atención Integral para los Migrantes Venezolanos, dice que el único fin de este lugar era alojar temporalmente a quienes habitaban en aquel espacio público y que los migrantes venezolanos firmaron un acta de compromiso, en la que se establecía el día del ingreso y la fecha límite para salir.
Pese a que conocían los términos, migrantes que permanecen en el campamento de la carrera 69 con calle 67 se siguen mostrando inconformes con el proceso y naturalmente les preocupa no saber dónde dormirán la noche del 16. De las 500 personas que llegaron hace dos meses, aún se alojan 137, según cifras oficiales. Estas siguen viviendo en 32 carpas de las cerca de 80 que había al principio.
© Miguel Galezzo
“Vamos para la calle otra vez, a invadir, porque no tenemos ni un centavo”
Agustín Pérez está con una hija, cuatro nietos y su excompañera en el albergue. Menciona que “la situación es alarmante” porque no tiene dinero para pagar una habitación y no puede regresar a Venezuela: “Mira cómo está el país ahora que se montó Maduro otra vez. ¡Entonces cónchale!, nos vamos a quedar en Bogotá”.
Se queja de las alternativas que le ofreció la Alcaldía: “Ayuda a los que se quieran ir para Venezuela o a guardar equipajes en donde una vez se nos perdió todo cuando nos trasladaron desde Salitre, en medio de un zaperoco. Que nos den ayuda para pagar una habitación dos meses, me conformo, y ya de ahí voy a estar bien con mi familia”.
Pérez lleva seis meses en Colombia. Viajó con su hija en embarazo, quien dio a luz hace tres meses. Sus otros nietos en el campamento tienen 5, 8 y 12 años.
“Vamos para la calle otra vez, a invadir, porque no tenemos ni un centavo para pagar una habitación. No solo yo, sino todos los venezolanos que estamos en el campamento”, afirma.
"Por lo menos teníamos un techo en dónde dormir"
Ricardo Tulio Floriz llegó hace cinco meses a Colombia y no sabe a dónde ir con su esposa, tres hijos (de 11 en total) y dos nietos: “No tengo cómo pagar un arriendo para mi familia… Pedimos a organismos estatales que nos dejen trabajar… No podemos hacerlo sin el Permiso Especial de Permanencia (PEP) y muchos no lo tenemos, por lo que se nos dificulta encontrar empleo”.
Relata también las situaciones que lo obligaron a salir de su país: “Es hasta complicado comprarle unos zapatos a tu hija para ir a estudiar, perdió el año por eso. Ver que se marean porque no hay qué comer... Además, mi esposa tenía un trabajo fijo con el Gobierno y no le alcanzaba para nada. De pesar 70 kilos bajó a 40. Ni siquiera presentó su renuncia, solo se vino”.
Floriz, que dedicó parte de su vida a levantar un taller de latonería y pintura, aprovecha para agradecer las ayudas que han recibido en Colombia y usa una frase que cada vez se escucha más entre los migrantes: "podemos aportarle al país".
“Aquí, en el campamento, por lo menos teníamos un techo en dónde dormir, no muy cómodo, pero tampoco en la calle. Hago un llamado para que nos miren”, invita.
“Me encuentro angustiado, estamos nerviosos y asustados”
Jesús Rafael Brazón le teme al día en el que se cumple el plazo: “Somos la familia más numerosa aquí. Estamos mi esposa, mis 3 hijos, 2 yernos y 5 nietos, somos 12. Nos vamos a quedar hasta el 15 porque, de verdad, no tengo para dónde agarrar ni con qué alquilar. Haremos vida en cualquier lugar”.
Expone lo que deseaba antes de partir: “La Alcaldía nos está brindando un viaje a Cúcuta de regreso y eso jamás, imposible. Esperábamos una colaboración para las personas que no estamos laborando. En vez de ayudarnos de verdad con un arriendo o con el PEP. Consideramos que estuvo mal… era lo que necesitábamos, que la mayoría trabajara para tener una vida digna”.
Brazón detalla que hay“una incertidumbre” sobre las mujeres que tienen niños: “Las madres están muy nerviosas... que si las agarran el martes con sus hijos se los van a quitar, porque Bienestar Familiar no va a permitir que los niños estén en la calle. Pensamos que eso va a ser un caos y un desastre total, porque los padres no lo vamos a aprobar. Si tenemos que estar y andar con los niños, sea en donde sea, así lo vamos a hacer. Más grande sería el dolor de la separación”.
“Me encuentro angustiado, estamos nerviosos, estamos asustados por la situación, expresa este padre y abuelo y agrega que vinieron a “trabajar y a luchar, no a hacer lo malo”. Se despide agradeciendo “el amor y la bondad que ha tenido el pueblo de Colombia y más el pueblo de Bogotá” con ellos.
© Miguel Galezzo
“Hemos trabajado para brindarles opciones en empleo”
María Angélica Trujillo, gerente del Plan de Atención Integral para los Migrantes Venezolanos, expone que han trabajado con secretarías y otras entidades para el beneficio de los migrantes venezolanos y pone como ejemplos una capacitación del SENA y un diplomado que dio el Ejército.
Sobre las restricciones que tienen algunas personas en el campamento para conseguir empleo por su estatus, precisa que no solo ellos se enfrentan a este panorama y que el Gobierno dio recientemente una nueva opción para acceder al PEP. A pesar de los testimonios que encontró PROYECTO MIGRACIÓN VENEZUELA, la funacionaria calcula que solo un 10% no tiene definido qué va a hacer tras la salida: “Seguimos trabajando de la mano de profesionales sociales y jurídicos para darles más alternativas e información”.
Las medidas de la Alcaldía
Trujillo enfatiza en que les han dado múltiples opciones a los migrantes: “A las mujeres en gestación y a los menores de edad se les ofrece alojamiento. Algunas han tomado la decisión de permanecer en el campamento con sus hijos. No es posible obligarlas, salvo cuando existen circunstancias que pongan en riesgo los derechos de los niños. También, el traslado de bienes y enseres y el acompañamiento a quienes vayan a otros destinos”.
Lo que tienen previsto para el 15 de enero
La Secretaría de Integración Social de la Alcaldía tomará acciones junto a Migración Colombia, el Instituto de Bienestar Familiar (ICBF), la Policía Metropolitana, la Procuraduría Distrital y la Personería durante la salida de los migrantes.
Un alojamiento temporal
La gerente explica que no van a instalar más campamentos de este tipo y que hay un alojamiento temporal en funcionamiento: “Cuenta con 50 cupos y es transitorio. Pueden acceder quienes están en la mayor situación de vulnerabilidad. Hay requisitos”.
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La Universidad Johns Hopkins y la Corporación Red Somos, con el apoyo del Ministerio de Salud de Colombia y Onusida, abordó la situación de salud de la población venezolana migrante en el país.