La única diferencia que existe entre los niños de la escuela de fútbol Sin Límites para Triunfar (SLT) es la posición que cada uno ocupan en la cancha. En este equipo hay 15 colombianos y 16 venezolanos entre 7 y 12 años que entrenan cada sábado por la mañana en la cancha del barrio Villa San Pedro III en Barranquilla.
La escuela de fútbol es una iniciativa de Carlos Pérez, un colombiano que volvió de Venezuela hace cuatro años y que busca integrar a los niños de ambos países en la comunidad.
EL ENTRENADOR
Carlos Pérez © LUIS FER NANDO JAIMES
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EL EQUIPO
Los niños venezolanos vienen principalmente de estados como Zulia y el Distrito Capital (Caracas), y aunque parezcan pequeños conocen la situación de su país. Román Díaz tiene 9 años y recuerda: “Allá en Venezuela yo me daba cuenta que mis papás compraban solo un poquito de comida y no nos podían comprar nada más. Ahora acá trabajan y comemos mejor, a veces les alcanza hasta para comprar un poquito de ropa”.
Yoimer Villa cuenta que en el colegio algunos de sus compañeros de clase a veces se burlan él por ser venezolano. “Me dicen que me estoy muriendo de hambre, que vinimos y no tenemos plata”.
Pero dentro de la cancha, no se habla de nacionalidades. Pérez se encarga de que la discriminación que algunos de los extranjeros han vivido no llegue al equipo. “Yo converso con ellos y les digo que deben alejarse de las drogas. También les hablo acerca de la disciplina y el respeto por todas las personas, no importa de donde sean“, asegura Carlos.
Estos niños han aprendido a convivir juntos y a unirse al rededor del deporte. “Yo extraño a mis amigos, a veces me quiero ir a Venezuela, pero aquí me gusta jugar fútbol con el equipo”, confiesa Yadier Carrasquel, de 7 años.
Como es una iniciativa informal, SLT no cuenta con apoyo de entidades. “Hasta ahora nos colabora una fundación de venezolanos en Barranquilla que nos dieron algunos uniformes y zapatos. Ahora estamos esperando por unos balones y conos que nos prometieron”, asegura Carlos. Aparte de la fundación, los vecinos del barrio y los padres de los miembros del equipo han hecho rifas para recoger fondos.
Carlos dice que se siente feliz con el proceso de los menores en SLT. “Los niños están emocionados y trabajan juiciosos. También me gusta que me escuchan, yo he notado que varios de los que llegaron con mala disciplina han cambiado", afirma Carlos.
Los expertos señalan que iniciativas como esta escuela de fútbol ayudan a mejorar el proceso de integración de los migrantes. Eileen Kugler, fundadora de Embrace Diverse Schools -una iniciativa para integrar a los estudiantes de distintas razas, nacionalidades y clases sociales en los colegios de Estados Unidos- asegura que desde temprana edad se debe enseñar a ver la migración como algo positivo.
Para Kluger, la migración puede contribuir solo “si nos respetamos unos a otros y vemos en el migrante una persona de las que se puede aprender. No ganamos nada discriminando y considerando a los migrantes como personas horribles que me están quitando algo”. La experta agrega que es importante ayudar a los niños a ver bien la migración porque esto “los ayudará a convertirse en adultos que puedan sentirse cómodos en cualquier lugar, en cualquier entorno”.
POR: María Fernanda Matera | Texto
@MafeM_
Luis Fernando Jaimes | Fotos
@Luisfer76
La Universidad Johns Hopkins y la Corporación Red Somos, con el apoyo del Ministerio de Salud de Colombia y Onusida, abordó la situación de salud de la población venezolana migrante en el país.