La población migrante y refugiada venezolana se consideran blanco del delito de trata de personas en Colombia. | Por: MILENA BERNAL BECERRA
Los más susceptibles a caer en las redes de trata son los niños, niñas y adolescentes no acompañados o separados de sus familias. Las mujeres y niñas corren el riesgo de ser explotadas sexualmente.
La trata de personas es un delito que se materializa mediante el acto de captar, trasladar, recibir y acoger a un ser humano dentro o fuera del territorio nacional, con fines de explotarlo o instrumentalizarlo para un fin ilegal. Entre la modalidades de trata se encuentra la explotación sexual o prostitución forzada, trabajos forzados, matrimonio servil, trabajo de servidumbre y mendicidad ajena.
Este delito comprende cinco conductas principales: la captación, el transporte, el traslado, la acogida, la recepción o la retención de personas. Con el propósito de facilitar estas conductas criminales y lograr el consentimiento de la víctima, el tratante puede recurrir a determinados medios como la violencia, la amenaza, la privación de la libertad, el engaño, entre otros.
Factores de riesgo para los migrantes
La población migrante y refugiada venezolana es blanco del delito de trata de personas en Colombia. Los contextos de vulnerabilidad socioeconómica en las que se encuentran, sumado a la ruptura en las redes de apoyo, limita sus opciones para acceder a bienes y servicios básicos.
En las zonas fronterizas es donde las redes de crimen organizado se aprovechan de esta situación y captan a estas personas a través de ofertas laborales o de estudio, generalmente fraudulentas.
Los más suceptibles a caer en las redes de trata son los niños, niñas y adolescentes migrantes no acompañados o separados de sus familias y que deben enfrentar solos riesgos de violencia sexual, reclutamiento forzado, uso para la comisión de delitos y trata de personas.
Las mujeres y niñas migrantes y refugiadas están expuestas la violencia sexual durante el trayecto. Esto aumenta el riesgo de que sean víctimas también de trata de personas, particularmente con fines de explotación sexual.
La naturalización de prácticas asociadas a estereotipos basados en el género y xenofobia exacerban el riesgo e invisibilizan posibles casos de trata de personas. Asi como también, el desconocimiento sobre los indicadores, riesgos y rutas para la denuncia y asistencia a posibles casos de trata de personas por parte de la población migrante venezolana en el país eleva su riesgo ante este delito.
Señales para identificar un posible delito de trata en migrantes
• Retención de documentos de identidad por parte del empleador (Pasaporte, ETP TMF, PEP, pasajes o tiquetes de transporte, etc.).
• No hay libertad de movimiento o restricciones para manejar su propio dinero o tiempo.
• No puede decidir autónomamente si retirarse o no de su ocupación actual.
• Mientras cruzaba la frontera recibió ofertas laborales o de estudio, sin tener información clara sobre el lugar al que llegaría o las personas con las que trabajaría/estudiaría.
• Se ha visto forzado(a) a trabajar para saldar una deuda, a participar en actividades ilícitas o a consumir sustancias psicoactivas o alcohol.
• Recibe amenazas constantes por parte de los empleadores a causa de su estatus migratorio.
• Percibe que está siendo constantemente controlado(a) o vigilado(a).
• Recibe una oferta laboral que incluye alimentación y alojamiento sin descuento del salario, además de tener unos requisitos relativamente sencillos.
• Se le impide o se le controlan las comunicaciones que tiene con sus familiares y amigos.
¿Cómo denunciar?
Si usted está siendo víctima o conoce de alguien que esté siendo víctima de explotación sexual, trabajos o servicios forzados, explotación de la mendicidad ajena, matrimonio servil, explotación de la servidumbre, extracción de órganos o cualquier otra forma de explotación, debe comunicarse a las siguientes líneas de apoyo:
• Línea gratuita: 018000522020
• Línea de emergencia: 123
• Migración Colombia: 018000510454
• Fiscalía: 122
• ICBF: 141
• Puede acudir a cualquier funcionario público (por ejemplo, en las Personerías, Defensoría del Pueblo o Migración Colombia). El caso será remitido al respectivo comité territorial de lucha contra la trata de personas.
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La Universidad Johns Hopkins y la Corporación Red Somos, con el apoyo del Ministerio de Salud de Colombia y Onusida, abordó la situación de salud de la población venezolana migrante en el país.
