En Colombia hay más de dos millones de migrantes venezolanos con vocación de permanencia. | Por: JAIME MORENO - SEMANA
La organización Dejusticia presentó en un libro los retos que enfrenta la población migrante y refugiada venezolana para insertarse en el mercado laboral, las cuales son analizadas en el marco de los estándares del derecho al trabajo.
¿Cómo va la inclusión laboral de las personas provenientes de Venezuela? Este interrogante impulsó a las investigadoras Lucía Ramírez, Lina Arroyave y Jessica Corredor, de la organización Dejusticia, a escudriñar sobre este panorama en Colombia, uno de los temas más álgidos para este país que se convirtió en el principal receptor de este éxodo masivo, que ya suma 6,8 millones de personas venezolanas en el mundo.
La investigación Ser migrante y trabajar en Colombia surgió de la tesis de que para lograr la integración socioeconómica de las personas migrantes y refugiadas es necesario promover su inclusión laboral, puesto que según las autoras de esta investigación, este mecanismo no solo impacta de manera positiva en la garantía de los derechos de esta población y en su integración en los países receptores, sino que, además se pueden evitar los impactos negativos de la migración.
De acuerdo con cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), entre octubre de 2019 y septiembre de 2020 el desempleo acumulado para la población migrante venezolana que llevaba menos de un año en el país llegó al 21 por ciento, casi el doble que para un colombiano. En el caso de los migrantes provenientes de Venezuela que llevan en Colombia cinco años, la tasa de desocupación llegó al 17,2 por ciento en 2020.
El estudio de Dejusticia alerta que "el contexto de Colombia en materia laboral es incierto y hostil para esta población migrante y refugiada. El mercado laboral se caracteriza por altas tasas de desempleo e informalidad".
Asimismo, las académicas enfatizan que estos problemas se han acentuado a causa de los efectos de la pandemia como son la caída de la producción en diferentes sectores económicos, la reducción del consumo privado y la pérdida de empleos.
Barreras que tienen las personas migrantes en Colombia, según la investigación de Dejusticia:
1. Ausencia de un estatus migratorio regular y dificultades para poder mantenerlo.
2. Las personas solicitantes de refugio no están autorizadas para trabajar.
3. Dificultades para mantener una visa.
4. Trámite de la convalidación de títulos profesionales y expedición de tarjetas profesionales.
5. Xenofobia.
6. Acceso a redes de contactos, referencias personales y certificación de la experiencia previa.
7. Falta de información de las y los empleadores sobre el sistema migratorio y la forma de contratación de personas extranjeras.
8. Explotación laboral.
9. Desconocimiento de la oferta de apoyo al emprendimiento.
10. Limitado acceso a financiamiento, crédito y dificultades para la inclusión financiera.
La Universidad Johns Hopkins y la Corporación Red Somos, con el apoyo del Ministerio de Salud de Colombia y Onusida, abordó la situación de salud de la población venezolana migrante en el país.