Un estudio establece que el no tener contacto cercano con un migrante aumenta la probabilidad de rechazarlo. La confianza o el no haber vivido en otro país también resultan determinantes. | Por: ARCHIVO SEMANA
Las cifras que arrojan encuestas y sondeos recientes sobre la percepción del fenómeno migratorio en Colombia dejan en claro que el país está viviendo otra epidemia sin antecedentes en su historia: la xenofobia.
Aunque la percepción desfavorable de los colombianos sobre acoger a la población venezolana tuvo un pico en abril de 2020 —cuando alcanzó un 81 por ciento—, todavía puede considerarse muy alta: 69 por ciento según la Encuesta Invamer Gallup-Poll de febrero de 2021.
Las razones del rechazo están sobrediagnosticadas y tienen sustento en mitos muy contagiosos: que los venezolanos les quitan el trabajo a los colombianos, que la migración aumentó la inseguridad o, incluso, que el éxodo es un tema pasajero que se acabará con la caída de Maduro.
Evidencia científica y estadística ha demostrado que nada de eso es cierto. Sí lo es, en cambio, que esos imaginarios se convirtieron en el combustible de la discriminación imperante contra quienes huyen de Venezuela. La pregunta que queda sobre la mesa es ¿por qué los colombianos, históricamente víctimas de ese fenómeno alrededor del mundo, se convierten ahora en victimarios y les dan tanto crédito a esas afirmaciones? ¿Por qué estamos siendo tan xenófobos?
«Los colombianos que confian en los migrantes venezolanos están más dispuestos a integrarlos, con diferencia de hasta 10 puntos porcentuales en la mayoría de las afirmaciones»
La Cuarta Encuesta de Percepción del Fenómeno Migratorio, del Observatorio del Proyecto Migración Venezuela, sugiere que la respuesta se origina en factores más complejos que la simple nacionalidad. Los estereotipos y prejuicios, por ejemplo.
De hecho, en el grueso de las preguntas de la encuesta, realizada a 2.283 colombianos de las diferentes regiones del país entre el 21 de febrero y el 14 de marzo pasados, las respuestas variaron significativamente si el encuestado mantenía contacto cercano con algún migrante, había vivido fuera del país por más de tres meses o sentía confianza por la población migrante. La empatía se mantuvo indistintamente de si el enunciado tenía que ver con temas de salud, educación, seguridad, empleo o con temas económicos.
A la pregunta, por ejemplo, de si los venezolanos les estaban quitando el empleo a los colombianos, el 58 por ciento de los encuestados respondió afirmativamente. Sin embargo, si esa misma interrogación se les hacía a quienes en su vida diaria mantenían algún contacto cercano con un migrante, la cifra se reducía a un 54 por ciento. Si se les hacía a quienes no tenían ningún contacto, subía al 61 por ciento.
Algo similar ocurrió con el postulado de que los migrantes son una oportunidad para el desarrollo de Colombia. Si bien solamente el 32 por ciento de los colombianos encuestados se mostró de acuerdo, la cifra subió al 47 por ciento cuando el universo se limitaba a los colombianos que habían vivido más de tres meses fuera del territorio colombiano. Cuando no era así, el resultado bajaba al 29 por ciento. Esa variación resulta muy importante si se tiene en cuenta que del universo de encuestados, solo el 15 por ciento ha vivido fuera del país.
Confianza, un tema estructural
Otro de los rasgos que evidenció la encuesta es la importancia de la construcción de confianza como una variable definitiva en la integración de la población migrante.
Eso se ve reflejado cuando se habla de acceso a salud y educación como derechos fundamentales. Aunque estos temas deberían en principio tener una aceptación casi universal, y más aún en épocas de trapos rojos en las ventanas y colapso en los hospitales por cuenta de la covid 19, la encuesta deja de presente que la falta de confianza en la población migrante reduce dramáticamente la aceptación, incluso por debajo del promedio total.
Si bien prácticamente todos (99 por ciento) los colombianos que tienen confianza en los migrantes consideran que se debe facilitar el acceso a educación a los niños migrantes; este porcentaje se reduce al 87 po ciento para el total de los encuestados y a 81 por ciento para quienes no sienten confianza en la población migrante.
El 94 por ciento de los colombianos que tienen confianza en los migrantes está de acuerdo con brindar salud y educación a todos ellos, frente al 71 por ciento de los colombianos que no tienen confianza en los migrantes.
Así las cosas, se hace evidente la necesidad de construir lazos de confianza entre la población colombiana y venezolana con el tiempo. Un indicador que reafirma esa idea es el que demostró que los colombianos se muestran más de acuerdo con medidas de largo plazo relacionadas con nacionalidad o acceso a documentación de migración formal. Ahí, por ejemplo, el 41 por ciento de los colombianos respalda el Estatuto Temporal de Protección para el Migrante venezolano (ETPV), medida con la que el Gobierno planea regularizar de manera masiva a los migrantes que estaban en el país antes del 31 de enero de 2021 y a quienes ingresen de manera regular durante los dos primero años de vigencia del estatuto, dando un permiso de permanencia por diez años. El resgitro para su implementación empieza este 5 de mayo.
Este porcentaje, que resulta inusual si se compara con los altos niveles de rechazo, estaría motivado en temas de seguridad, según se infiere de la encuesta. Por lo menos siete de cada diez colombianos considera que tener una condición migratoria irregular implica mayor inseguridad y seis de cada diez también cree que la irregularidad migratoria hace más propensos a los venezolanos de ser víctimas de delitos en Colombia.
Fuente: Cuarta Encuesta de Percepción de la Migración en Colombia, Observatorio Proyecto Migración venezuela 2021.
De hecho, el 46 por ciento de los colombianos está de acuerdo con que facilitar el proceso de migración es necesario para el bienestar de Colombia en un largo plazo. Ahí la confianza vuelve a ser determinante. Ese porcentaje aumenta considerablemente a 81 por ciento cuando los encuestados aseguran que confían en los migrantes.
“Algunas de las variables claves que moldean la percepción de los colombianos son el contacto y la confianza en la población migrante. Vemos que quienes se dan la oportunidad de conocer a los migrantes tienen una mayor apertura y empatía hacia esta población. De esta manera se reduce el miedo hacia ‘el otro’ y vemos que lo que tenemos son personas iguales a nosotros. Resulta clave seguir informando acerca de las oportunidades que trae la migración y generar espacios de encuentro entre ambas poblaciones que permitan generar los lazos de confianza que tanto nos hacen falta”, concluye Adriana Sabogal, directora del Proyecto Migración Venezuela.
En definitiva, la encuesta reveló que los colombianos que sienten confianza por los migrantes venezolanos están más dispuestos a integrarlos y a aceptarlos, con diferencias de hasta 50 puntos porcentuales en algunas de las afirmaciones. Es decir, confiar y ponerse en los zapatos del migrante parecen ser, hasta ahora, las vacunas más poderosas contra ese comportamiento xenófobo del que se contagió Colombia.
Migrantes, claves en un escenario poscovid
El incremento de colombianos que consideran que los migrantes aportarán en la recuperación económica postcovid es otra de las revelaciones de la Cuarta Encuesta de Percepción del Fenómeno Migratorio. En general, el 27 por ciento de los colombianos está de acuerdo con esta afirmación, 5 puntos porcentuales más frente a la medición de septiembre de 2020.
Bogotá y la zona nororiental del país tienen las percepciones más negativas hacia los migrantes y la menor favorabilidad hacias las medidas de integración de esa población. Por su parte, el Eje Cafetero y la zona Caribe tienen percepciones más positivas que el promerio nacional en ese sentido.
La Universidad Johns Hopkins y la Corporación Red Somos, con el apoyo del Ministerio de Salud de Colombia y Onusida, abordó la situación de salud de la población venezolana migrante en el país.