El 23 de enero de 2020, Juan Guaidó participó en el Foro Económico Mundial, realizado en Davos (Suiza). | Por: AFP
Durante casi dos años, Venezuela ha tenido dos presidentes: uno, Nicolás Maduro, quien tiene en la práctica el control absoluto del país; y el otro, el líder de la Asamblea Juan Guaidó, que pese a ser reconocido por medio centenar de países en el mundo no ha logrado quebrar al gobierno que adversa.
El 'fenómeno Guaidó' pareciera tener fecha de vencimiento, a pesar de que el pasado 26 de diciembre, en una sesión virtual, su Parlamento —cuyas decisiones han sido desconocidas por el chavista Tribunal Supremo de Justicia— aprobó un documento que avala una "continuidad administrativa" con el líder opositor al frente.
Pese a eso, este 5 de enero se instaló en Venezuela una nueva Asamblea Nacional dominada por el chavismo, que tiene 256 de los 277 escaños tras la negativa de los principales partidos de oposición a participar en las elecciones legislativas del pasado 6 de diciembre, calificándolas de "fraudulentas".
Juan Guaidó se constituyó desde el 23 de enero de 2019 como una esperanza para los venezolanos y para los que forzadamente huyeron del país. A dos años de este suceso vale la pena analizar qué se logró en beneficio de los 5,4 millones de refugiados y migrantes venezolanos regados por el mundo.
Un hito histórico marcó el líder opositor el 23 de enero de 2020, al ser incluido como orador en el Foro Económico Mundial, realizado en Davos (Suiza). Desde esa tribuna, Guaidó denunció la grave situación por la que atraviesa su país. Días previos a este acontecimiento, el autoproclamado presidente interino de Venezuela desafió al régimen de Nicolás Maduro, saliendo por trochas hasta llegar a Colombia a participar en la tercera conferencia ministerial hemisférica de Lucha contra el terrorismo —realizada en Bogotá— donde se reunió con el presidente Iván Duque y el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo.
"Venezuela no es un país en guerra, no oímos las bombas, pero sentimos los llantos y el dolor de las madres que tienen a sus hijos lejos, un millón de niños están huérfanos en Venezuela, están solos porque sus padres están en otros países para tratar de mandar sustento", dijo el opositor en el Foro Económico Mundial.
Sin duda, el tema de la crisis de Venezuela ha trascendido en el ámbito internacional gracias a Juan Guaidó, pero qué avances han ocurrido en el tema migratorio.
Salomón Raydán, director de Fundefir —una ONG que apoya a microempresarios venezolanos en Colombia— afirmó que hizo falta una embajada real que atendiera algunos requerimientos consulares de los migrantes venezolanos, como la carencia y la renovación de pasaportes. "Honestamente creo que se pudo hacer más en términos de haber buscado negociación para resolver el tema consular. Era necesario que Guaidó, Duque y Maduro negociaran políticas de atención para los casi dos millones de venezolanos que están radicados en Colombia", dijo Raydán, quien destacó el hecho de que en las guerras se tienen diferencias, pero también se llegan a acuerdos.
El emprendedor venezolano y experto en finanzas populares estima que habrá una movilización muy grande de migrantes venezolanos hacia Colombia en los primeros meses de 2021, por lo que urgen los acuerdos entre ambas naciones, "y esto no quiere decir que se reconozca el Gobierno de Maduro ni que se valide".
«Uno esperaba que Juan Guaidó derrocara al régimen de Nicolás Maduro, pero a la final no llegó a nada. Realmente su liderazgo lo que transmite es desesperanza, porque su esfuerzo no ha sido suficiente. No me conformo con que me acepten el pasaporte vencido en otro país. Lo que esperamos los migrantes es que la oposición saque al chavismo del poder para poder regresar a Venezuela»
Dacio Olivo, migrante venezolano en Bogotá
Desde la organización Colonia Venezolana en Colombia (Colvenz), su presidente Arles Pereda observa con optimismo el respaldo de 50 países conseguido por Guaidó. En su opinión, se ve a un continente más unido contra el régimen de Nicolás Maduro. Otro alcance destacado por Pereda fue el incremento de las donaciones internacionales de la Unión Europea y la ayuda humanitaria de la comunidad internacional para atender la crisis migratoria de venezolanos.
Entre otras acciones —apuntó Pereda— la más contundente y radical alcanzada por la oposición se vio reflejada en las sanciones administrativas que impuso el Departamento de Estado de Estados Unidos contra funcionarios chavistas y contra el Estado venezolano.
Otros migrantes venezolanos como Nery Santaella, directora del proyecto Voices of Venezuela, también ven con buenos ojos la gestión internacional emprendida por el jefe del Parlamento, a la cual le reconoció cambios positivos dentro de las políticas públicas migratorias, sobre todo en Colombia como principal receptor de venezolanos.
Sin caer en el terreno de la política, esta activista social reconoce que con la administración del opositor, en Colombia se logró ver la migración venezolana de otra forma, haciendo entender que este fenómeno no es pasajero. "Aún nos queda mucho camino por recorrer, pero todo el esfuerzo es válido", dijo.
Santaella calificó como muy positivo el hecho de que hayan aceptado los pasaportes vencidos de los venezolanos en los países receptores de migrantes. En junio de 2019, el "presidente interino de Venezuela" firmó un decreto para extender la validez de los pasaportes venezolanos vencidos por cinco años, desde su fecha de expiración. Los países que aceptaron este decreto fueron Colombia, Reino Unido, Panamá, Canadá, Brasil y Estados Unidos.
No contar con un pasaporte o tenerlo vencido —añadió Santaella— expone a los migrantes venezolanos a situaciones de miedo e incertidumbre; sin embargo, "que los acepten así es una esperanza al final del tunel", dice.
Esta joven venezolana exhorta a los líderes de la oposición, a Juan Guaidó y a Leopoldo López, a trabajar más de la mano con las organizaciones de venezolanos en los países de acogida de refugiados y migrantes porque, a su juicio, hay que seguir abogando por una integración real y efectiva en estas sociedades. Igualmente, pide que se refuercen las estrategias para conseguir mayores recursos de la cooperación internacional, pues ningún país receptor ha logrado los dineros suficientes para atender el fenómeno migratorio.
La Universidad Johns Hopkins y la Corporación Red Somos, con el apoyo del Ministerio de Salud de Colombia y Onusida, abordó la situación de salud de la población venezolana migrante en el país.