Como cada año, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) entregó las cifras de pobreza en el país. Por primera vez, la entidad presentó un balance acerca de la participación de los migrantes en el total de personas en situación de pobreza. Los datos revelaron que su condición sí le pega a la tasa nacional.
El DANE emplea dos metodologías para entregar este dato. La primera es la pobreza monetaria, medida a través de los ingresos de los hogares. La segunda es el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM), que evalúa las privaciones en cinco dimensiones: condiciones educativas, condiciones de la niñez y juventud, trabajo, salud, y servicios públicos y condiciones de la vivienda. En ambos casos los indicadores se deterioraron.
En 2018, 306.000 migrantes provenientes de Venezuela estuvieron en situación de pobreza. | © MIGUEL GALEZZO
Impacto de la migración
Las cifras revelaron que, en 2018, más de 13 millones de personas estuvieron en situación de pobreza, lo que equivale al 27 por ciento de la población nacional, un aumento de 0,1 puntos porcentuales frente a 2017. De ellas, 306.000 fueron migrantes que llegaron de Venezuela durante los últimos doce meses, y representaron 2,4 por ciento del total.
En 2017, Colombia tuvo 12`833.000 personas en condición de pobreza, de las cuales, 132.000 fueron migrantes provenientes del país vecino. El ingreso de esa población venezolana a situación de pobreza explica en gran parte el aumento de los índices de pobreza a nivel nacional. Esta relación refleja muchas de las restricciones que tienen para acceder a sus derechos básicos al llegar a Colombia.
Los datos de 2018 muestran un estancamiento de la pobreza en Colombia, después de varios años de disminución. Además, llama la atención el aumento de la participación de los migrantes en esta tasa nacional.
«Hay que tener en cuenta el fenómeno de la migración venezolana para entender la dinámica de la economía actual, ya que quizás sea el principal reto en materia de coyuntura económica para el gobierno»
CARLOS SEPÚLVEDA
Decano de la facultad de economía de la Universidad del Rosario y secretario del comité técnico de la comisión de expertos en pobreza
“El impacto del fenómeno migratorio en la pobreza en Colombia es mucho más evidente cuando revisamos la pobreza multidimensional”, dijo a SEMANA Carlos Sepúlveda, decano de la facultad de economía de la Universidad del Rosario y secretario técnico de la comisión de expertos en pobreza.
Esto se debe a que la mayoría de los venezolanos no están afiliados al sistema general de seguridad social en salud, y eso se refleja en el aumento que tuvo este indicador. El DANE calcula que 85 por ciento de los 723.000 migrantes que llegaron al país hasta marzo de 2019 no puede acceder a un médico. Esta cifra coincide con los datos obtenidos por la encuesta realizada por el Observatorio del Proyecto Migración Venezuela, según los cuales 89 por ciento de los migrantes venezolanos encuestados no cuenta con afiliación en salud.
Sepúlveda también explicó que, “en cuanto a la situación de la pobreza monetaria, se trata de una mezcla entre un rezago del lento crecimiento de los años anteriores y el impacto que tienen los migrantes en la tasa de desempleo”. El mercado laboral absorbe más rápido a la población venezolana que a la nacional porque trabajan más horas y les pagan menos, pero esa situación hace que la tasa de desempleo aumente.
La relación entre el desempleo y la pobreza aumenta el número de personas sin trabajo, afecta el ingreso de los hogares y, por tanto, sus condiciones de pobreza. Entre abril de 2018 y marzo de 2019 la tasa de desempleo de los migrantes venezolanos fue de 18,8%. Por eso, el experto concluyó que “hay que tener en cuenta el fenómeno de la migración venezolana para entender la dinámica de la economía actual, ya que quizás sea el principal reto en materia de coyuntura económica para el gobierno”.
Según las cifras del DANE, 85 por ciento de los migrantes venezolanos no cuenta con seguridad social y salud. En Colombia, quienes no están afiliados son atendidos por urgencias en los hospitales públicos. | © CÉSAR GARCÍA
Integrarlos, la única opción
A medida que aumenta el flujo migratorio, los venezolanos que huyen de su país lo hacen con limitados recursos o sin ellos, sin documentación para regularizar su permanencia en Colombia y obligados a aceptar condiciones laborales informales en el país. Esto debería llamarle la atención al estado ya que además de la precariedad que viven en Venezuela, cuando llegan quedan expuestos a nuevas condiciones de vulnerabilidad que, como explican los expertos, también inciden en las tasas nacionales.
Adicionalmente, al llegar al país muchos migrantes no tienen otra alternativa que ubicarse en hogares de familiares o personas cercanas que los reciben. Esto aumenta también las cifras de hacinamiento y los indicadores de vivienda que mide la pobreza multidimensional.
Aspectos como la formación educativa de los migrantes resultan atractivos para la economía nacional, ya que el nivel educativo de 75 por ciento de los venezolanos que llegaron al país en el último año está entre educación básica secundaria, media, técnica profesional y tecnológica y educación superior y posgrado. La integración económica de los venezolanos puede servir para aumentar la fuerza de trabajo calificada en Colombia y la mano de obra disponible en zonas rurales.
La situación de pobreza de los migrantes provenientes de Venezuela es uno de los retos para reducir este fenómeno en el país. | © CÉSAR GARCÍA
Una de las respuestas para enfrentar la pobreza de la población venezolana está en la regularización de su situación migratoria. Avanzar en este aspecto no solo les facilitaría acceder a sus derechos, en materia de salud, educación, empleo y vivienda, sino que podría dinamizar la economía al permitir que el mercado laboral los integre, como ya lo hace, pero de manera formal y así, hacerlos partícipes en el sistema de seguridad social.
Para el director del DANE, las cifras de pobreza en el país y su relación con el fenómeno migratorio no deben leerse como una estrategia para matizar el deterioro de los indicadores económicos o buscar un culpable de esas variaciones, sino como una oportunidad para “ver que integrar a los venezolanos implica conocer efectivamente el rol que tiene la migración venezolana en el deterioro de las condiciones socioeconómicas, para poder dar un mensaje mucho más optimista, porque tenemos que incluirlos y el Estado debe buscar cómo garantiza un régimen de protección para los migrantes, porque lo más costoso para el país es tenerlos vulnerables”.
La Universidad Johns Hopkins y la Corporación Red Somos, con el apoyo del Ministerio de Salud de Colombia y Onusida, abordó la situación de salud de la población venezolana migrante en el país.