En el año 2019, Christian Vásquez compartió ensayos y escena musical con los integrantes de la Filarmónica de Medellín. | Por: FILARMÓNICA DE MEDELLÍN
Christian Vásquez, destacado maestro del Sistema Nacional de Orquestas de Venezuela, compite con otros dos candidatos de Israel e Inglaterra para dirigir la orquesta colombiana.
La conexión especial que Christian Vásquez logró en tres días del año 2019 con los músicos de la Orquesta Filarmónica de Medellín es la que espera afianzar con su batuta y carisma frente al escenario en el mes de septiembre. Este maestro venezolano, de 36 años, aspira a ser el director titular de la Filarmed, en una batalla disputada con David Greilsammer, de Israel, y Robín O´Neill, de Inglaterra.
Lo que conquistó a Christian de la orquesta colombiana en ese momento fue el compromiso por la música expresado por cada uno de sus integrantes y el nivel artístico del equipo. Las horas de ensayo pasaron como segundos y Christian quería aprovechar cada minuto para sacarle el “jugo” a todas las piezas que preparaban. Su impresión fue la de una hermandad, muy similiar a la que vivía en los conciertos del teatro Teresa Carreño, en Caracas, y esa es la sensación que se propone consolidar de ser elegido.
"Lo que me encantó es que tienen un amor por su orquesta. Se nota que cada uno de los músicos cuida a su orquesta como a su propio hogar”, dice Vásquez al Proyecto Migración Venezuela desde su casa en Berlín, donde cuenta los días para viajar de nuevo a Medellín.
Un momento especial ocurrió cuando se reencontró con amigos músicos que pertenecían al Sistema Nacional de Orquestas en Venezuela, que como él se formaron bajo la batuta del maestro José Antonio Abreu y que tuvieron que emigrar forzadamente a Colombia.
Desde el año 2009, Christian comenzó a viajar por el mundo dirigiendo orquestas. Fue titular de la Sinfónica de Noruega desde el 2013 al 2019. Durante la temporada 2015-2016 fue nombrado director principal invitado de la Sinfónica de Arnhem, asumiendo una gira de conciertos por los Países Bajos con un programa dedicado a exaltar la música latinoamericana. También estuvo en Holanda como director invitado por tres años. Por más que ha recorrido Europa, nunca ha dejado de trabajar en Venezuela, donde fungió como director musical de la Orquesta Juvenil Teresa Carreño, desde el 2010 hasta el 2017.
El año pasado no pudo regresar a su tierra por la emergencia de la pandemia. Mientras toman la decisión en la Filarmed, espera volver a Caracas en el mes de octubre a seguir enseñando a niños y jóvenes del “Sistema”, una forma de vida que lo atrajo a los ocho años, cuando aprendió a tocar el violín.
La música le enseñó valores, a ser responsable y a luchar por sus sueños. “Gracias al sistema del maestro Abreu comprendí que con la música todos somos iguales. Ahí aprendemos a apoyarnos, a valorarnos, a convivir y a hacer que la sinfonía o la partitura que estemos tocando salga al más alto nivel”, explica Vásquez, quien ha compartido el podio con grandes directores de la música clásica como Sir Simon Rattle y su paisano Gustavo Dudamel, actual director de la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles, en Estados Unidos.
«Uno de los sueños del maestro José Antonio Abreu era unir a Latinoamérica en la música, como la Orquesta Joven Mundial o la Orquesta de la Unión Europea. Bueno, por qué no se puede crear la Orquesta Latinoamericana»
Christian Vásquez, director de orquestas venezolano
Vásquez fungió como director musical de la Orquesta Juvenil Teresa Carreño de Venezuela. desde el 2010 hasta el 2017. Con esta agrupación obtuvo gran reconocimiento artístico y favorables críticas durante numerosas giras por Europa y Asia. FOTO Filarmónica de Medellín
Fue en San Sebastián de Los Reyes, en el estado Aragua (Venezuela), donde Christian comenzó a estudiar música. En un paseo que hacía con sus padres por las calles del pueblo vio a los integrantes de una orquesta que ensayaban en un pasillo. Fue amor a primera vista. A los días preguntó los requisitos para inscribirse, le hicieron un examen melódico de ritmos nacionales y así comenzó en la orquesta infantil tocando flauta dulce y violín.
La primera vez que dirigió fue en unas fiestas patronales de San Sebastián. Tenía 15 años, era el primer violín de la orquesta y su maestro del núcleo le preguntó si quería dirigir el himno nacional. No dudó y se levantó a escena. Se sintió extasiado.
Luego, a los 17 años se fue a Caracas a estudiar ejecución instrumental en el Instituto Universitario de Estudios Musicales, que ahora es la Universidad de las Artes. Tocó por muchos años en la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela.
Estudiar dirección orquestal con el maestro José Antonio Abreu fue un sueño que cumplió en el año 2006, cuando un día lo vio dirigiendo un concierto de la orquesta sinfónica del núcleo San Sebastián, en el teatro Teresa Carreño. Después de la presentación, Abreu se acercó al camerino de Christian a felicitarlo y le dijo: “Llámame el lunes para empezar a ver clases de dirección”. El corazón no le cabía en el pecho.
Cuando Vásquez comenzó su carrera como director en el año 2009 tuvo que sortear un obstáculo: aprender inglés. En lo musical estaba bien preparado y a la hora de dar las indicaciones las expresaba en los términos italianos, que es universal en la música. Pero si quería decir algo más o contar una historia, llegaba la frustración.
Hoy, con la meta puesta en la Orquesta Filarmónica de Medellín, recuerda el sueño de su maestro de crear una orquesta lationamericana, al estilo unificador de los países de Europa. “Esta orquesta está haciendo unas cosas increíbles en Medellín. Creo que con toda mi experiencia en Europa y en el Sistema Nacional de Orquestas en Venezuela puedo unir esas dos visiones y aportar mucho”, dice Vásquez, quien además anhela llevar el mensaje de amor y paz de la Filarmónica de Medellín a todos los rincones de Antioquia y Colombia.
«La selección del director titular de la orquesta ya está en proceso. El elegido, con su batuta, fortalecerá la calidad artística de la orquesta, y de la mano con la dirección ejecutiva potenciará los procesos educativos y sociales. Es una misión de la orquesta y su titular darle visibilidad al talento nacional a través de sus directores, solistas y compositores»
María Catalina Prieto, directora ejecutiva de la Filarmed
En 2013, Christian Vásquez se convirtió en el director musical de la Sinfónica de Stavanger por un período de cuatro años. Inició su cargo con la presentación de la Sinfonía N° 2 de Gustav Mahler y luego de una fructífera relación con la agrupación nórdica su contrato fue extendido hasta el año 2019. FOTOS: Filarmónica de Medellín
A Vásquez le emociona la idea de volver a reunirsee con los músicos colombianos para preparar conciertos en el mes de septiembre. Lo único que recuerda de Medellín es que es como una pequeña Caracas, bonita y con un clima agradable. Quiere pasar un día entero en los museos, en el Jardín Botánico, en el metro cable y en el pueblito paisa.
La integración de Colombia y Venezuela a través del arte y la música no es algo nuevo para este maestro. Recuerda que cuando tocaba en la Orquesta Sinfónica Infantil de Venezuela, en el año 1998, un músico colombiano llamado Manuel, que era asistente de la Orquesta Filarmed, fue invitado por el maestro Abreu a compartir experiencias y a pasar una temporada en Caracas.
"Esa convivencia siempre ha estado. No es de ahorita por la situación migratoria, siempre ha habido esa hermandad entre Venezuela y Colombia. Muchos músicos colombianos se fueron a Venezuela a estudiar en el Conservatorio en Caracas. Y ahora, muchos de nuestros músicos del sistema de orquestas se han ido a Colombia a hacer arte, a llevar todo lo que aprendimos en Venezuela", explica. Este legado de interculturalidad lo seguirá pregonando Christian Vásquez a donde quiera que vaya, pero hoy sus ojos están puestos en Medellín.
La Universidad Johns Hopkins y la Corporación Red Somos, con el apoyo del Ministerio de Salud de Colombia y Onusida, abordó la situación de salud de la población venezolana migrante en el país.