El estudio revela que los venezolanos priorizan la atención en salud por encima del trabajo formal. | Por: JONATHAN SARMIENTO.
La creencia común de que los venezolanos les están quitando los empleos a los colombianos fue parcialmente desmontada por un reciente estudio que publicó el Instituto de Economía Laboral IZA, según el cual el Permiso Especial de Permanencia (PEP) -el documento que autoriza a los migrantes venezolanos a emplearse en Colombia- no afecta el mercado laboral de los nativos colombianos.
El informe, cuya autoría corresponde a los economistas Dany Bahar, Ana María Ibáñez y Sandra Rozo, muestra que la incidencia del PEP en los empleos formales para colombianos representa un número insignificante.
“Nuestros resultados sugieren que un aumento al doble de los titulares de PEP (por cada 100.000 habitantes) resulta en una caída de 0,1 puntos porcentuales en el empleo formal para los trabajadores colombianos. Estos corresponden a efectos insignificantes al considerar su importancia económica”, destaca el informe.
Por esta razón, las tasas laborales en los colombianos no se han visto afectadas por la creación del permiso, decretado por el presidente Juan Manuel Santos en julio de 2017, que establece el documento como una autorización para circular por el país, trabajar, acceder a servicios de salud y a bancarización por un período de dos años prorrogables.
Así incluso lo ha dejado claro en diferentes ocasiones el director del Dane, Juan Daniel Oviedo, quien considera que es remota la posibilidad de que los migrantes sean los causantes de la pérdida de empleo de los colombianos.
Estas conclusiones pueden desmontar los imaginarios de la población, según los cuales los venezolanos son culpables del desempleo en Colombia. De hecho, según la más reciente encuesta de percepción realizada por el Proyecto Migración Venezuela en agosto y septiembre de 2020, el 56 por ciento de los colombianos cree que los venezolanos les quitan los empleos a los colombianos. Y este porcentaje fue aún mayor durante los meses de aislamiento obligatorio, cuando el desempleo alcanzó niveles históricos: el 65 por ciento de los colombianos creía que los venezolanos desplazaban la mano de obra colombiana.
Pero si en Colombia hay casi 1,8 millones de venezolanos y la mayoría está en edad productiva, ¿cómo es posible que no afecten el mercado laboral, sobre todo tomando en cuenta la tasa de desempleo? El estudio lanza tres hipótesis para darle una explicación a este fenómeno.
La primera de ellas establece que el principal motivo de los titulares del PEP fue acceder a servicios como el de salud y educación, más no cambiar el estatus de empleo informal a formal. La siguiente hipótesis es la imposibilidad de conseguir un trabajo formal, pues muchas empresas no tienen clara la función del documento ni manejan información certera de que el PEP permite trabajar al ciudadano que lo porta. Y la tercera explicación tiene que ver con el aumento de la oferta laboral, que genera un equilibrio.
En parte, estas hipótesis encuentran asidero en los estudios del Observatorio Laboral de la Universidad Externado de Colombia, según los cuales aproximadamente el 90 por ciento de los venezolanos se emplean en el sector informal, así como en los estudios que muestra que los venezolanos que han llegado al país también han creado puestos de trabajo con sus emprendimientos.
Además, también pueden ser comprobadas en las más recientes estadísticas del Dane, que muestran que los venezolanos siguen teniendo una tasa de desempleo cuatro puntos porcentuales por encima de la tasa nacional.
“El otorgamiento del documento no se ha traducido automáticamente en la incorporación formal al trabajo, al menos de forma inmediata, y por supuesto, esto no afecta las ofertas laborales”, concluye el estudio, en sintonía con la información del Dane.
La Universidad Johns Hopkins y la Corporación Red Somos, con el apoyo del Ministerio de Salud de Colombia y Onusida, abordó la situación de salud de la población venezolana migrante en el país.
