A Colombia están llegando gran cantidad de niños, una población potencialmente dependiente. | Por: PILAR MEJÍA
Todo parece indicar que las expectativas de alargar el bono demográfico que vive hoy Colombia dada la llegada de cientos de miles de jóvenes venezolanos en edad de trabajar no dejarán de ser más que eso, meras expectativas.
Si bien es cierto que la población migrante es 10 años menor que el promedio de los colombianos, también lo es que esta migración tiene un fuerte componente de niños y adultos mayores.
Lo que en términos técnicos se considera bono demográfico es el periodo en el cual la pirámide poblacional de un país tiene más personas en edad productiva que dependientes de ellas. Esta relación es de 2 dependientes por cada 3 potenciales trabajadores, lo que genera mayores aportes a seguridad social, pago de impuestos, y capacidad productiva de la economía.
Las cuentas de servilleta darían para pensar que la llegada de hombres y mujeres venezolanos jóvenes, más preparados en promedio que los colombianos, le permitiría al país tener un periodo adicional de bono demográfico, no obstante cuando las cuentas se hacen completas ya no dan.
La población migrante es 10 años menor que el promedio de los colombianos.
EstebanVega
La razón tiene que ver con la estructura poblacional de los migrantes, que sumada a la colombiana hace que esta relación de dependencia siga siendo muy alta, más de 66% a partir de 2029, el efecto es que el bono demográfico sólo se alarga un año dada la entrada esperada de migrantes venezolanos.
Para realizar este estudio liderado por el Observatorio del Proyecto Migración Venezuela, de Publicaciones SEMANA, y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa), se tomó en cuenta las proyecciones poblacionales que realizó Álvaro Pachón y Asociados en 2012 para el DNP, las cuales fueron previas al fenómeno migratorio, y se compararon con los cálculos propios que incorporan lo observado en materia de migración y diferentes escenarios del volumen de migrantes a 2025.
“Incluso en el escenario más extremo, en que pueden llegar cerca de 5 millones de migrantes, no hay un efecto importante sobre el bono demográfico” , aseguró Paula Escobar, Directora del Observatorio de Migración de Semana.
«Colombia se encuentra disfrutando su periodo de bono demográfico desde 2006 y antes de la migración se había calculado que este terminaría en 2027. Por esta razón la llegada de más de 1,5 millones de migrantes venezolanos a Colombia les ha valido a muchos analistas un discurso entusiasta sobre las posibilidades de crecimiento económico adicional para el país. Más si se tiene en cuenta que la nueva población tiene en promedio 22 años, una década más joven que la media de los colombianos».
Observatorio Proyecto Migración Venezuela.
Aunque las conclusiones del estudio pueden resultar frustrantes, es importante reconocer esta realidad y ampliar los otros canales por los cuales Colombia se puede beneficiar de la migración venezolana. La llegada de mano de obra calificada, el impulso al consumo y nuevas inversiones son algunos de los efectos que ya se sienten en las cifras económicas.
“Este contexto plantea como retos la formación de capital humano migrante desde la primera infancia hasta la educación superior y el poder facilitar los mecanismos para su vinculación en el mercado laboral desde un enfoque de oportunidad”, explica Verónica Simán, representante del Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa).
Así, por ejemplo, la llegada entre 2003 y 2005 de un número importante de ingenieros del sector petrolero permitió al país ampliar su exploración y explotación con tecnologías traídas del vecino país. Inversiones con capital venezolano como las de Farmatodo, Ma o Empresas Polar por mencionar algunas firmas han generado nuevos puestos trabajo e impuestos para el fisco.
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“El efecto sobre el consumo, que a menudo se subestima, está mostrando ser uno de los principales beneficios de la migración en materia económica. Dos millones de personas adicionales consumiendo a diario bienes y servicios de la economía colombiana genera un shock de demanda que impulsa el crecimiento económico, como lo señalan las cifras de PIB del tercer trimestre de 2019”, señaló Paula Acosta, Gerente de la Unidad de Innovación Social de Semana.
Para que esta migración se traduzca no solo en mayor consumo sino en desarrollo económico a mediano y largo plazo para el país, será necesario asegurar la formación del capital humano colombiano y migrante, así como su vinculación formal al mercado de trabajo.
El estudio puede ser consultado en la página web del Proyecto Migración Venezuela (migravenezuela.com), en la pestaña Observatorio.
El programa Empropaz ha apoyado a más de 176.000 personas de 92 municipios, en 17 departamentos, afectados por la violencia y la pobreza, con gestión para el emprendimiento, fortalecimiento empresarial y finanzas productivas.