Voluntarios del Servicio Jesuita de Refugiados apoyan a los migrantes venezolanos, en medio de la pandemia. | Por: CORTESÍA SERVICIO JESUITA DE REFUGIADOS
El Servicio Jesuita de Refugiados (JRS) conmemora por estos días la Jornada Mundial de las Personas Refugiadas, una ocasión oportuna para reflexionar sobre los nuevos desafíos que experimentan quienes huyen de su país de origen para salvar sus vidas.
Desde el JRS —obra que se fundó hace 40 años por el Padre Arrupe S.j.— invitan a conocer la historia de Ana María, una joven refugiada que fue obligada a dejar su hogar y a meter sus sueños en una mochila. Así como ella hay más de 70 millones de personas en el mundo y más de 600 mil en Latinoamérica y el Caribe.
Esta pieza de animación audiovisual es el primer capítulo de una serie que estará publicando la organización hasta septiembre de este año. En adelante mezclarán la mirada del Servicio Jesuita de Refugiados con las de Ana María, Don Perdro, Dilan, Elsa y Casseus. Cada mes una historia, una causa, un homenaje a la dignidad de las personas refugiadas, y miles de motivos para "acompañar, servir y defender".
La Universidad Johns Hopkins y la Corporación Red Somos, con el apoyo del Ministerio de Salud de Colombia y Onusida, abordó la situación de salud de la población venezolana migrante en el país.