Gran parte de las personas venezolanas en Colombia deben recurrir a la compra de minutos celulares en la calle para comunicarse con su familia o empleadores. | Por: GUILLERMO TORRES | SEMANA
Tal como sucede con todos los demás habitantes de Colombia, las personas venezolanas requieren acceso a la tecnología para comunicarse, trabajar y emprender, pero el panorama actual presenta una serie de oportunidades de mejora para garantizar su plena inclusión a estos servicios.
Es común ver a muchos migrantes venezolanos, pidiendo usar conexiones inalámbricas de internet para tener acceso al servicio de datos y llamar por WhatsApp u otra aplicación que les permita comunicarse con sus seres queridos o empleadores.
Víctor Solano, uno de los más respetados expertos en temas de inclusión y reputación digital en Colombia, considera que consolidar la regularización de las personas venezolanas ayudará a que disminuya la brecha que enfrentan en ese aspecto puntual.
“El reto para la migración venezolana es que las condiciones de conectividad son bastante limitadas, en general para todos los que estén en el territorio colombiano, pero por supuesto muchas veces la falta de formalidad de la presencia de los migrantes venezolanos les dificulta todavía más esa inclusión digital”, sostiene.
Muchos de los migrantes han propuesto tener planes de telefonía celular acordes con su situación, pero según Solano, todo pasa por un cuello de botella que se superaría en la medida en que los usuarios demuestren su arraigo y formalicen su situación migratoria.
“Sería ideal que hubiera planes de servicio celular preferencial para la población migrante venezolana; no obstante, hay dificultades que saltan a la vista como las garantías para los operadores de que estos van a obtener los pagos”, precisa Solano.
Y considera que desde la esfera gubernamental hay una oportunidad de mejora evidente, en la medida en que facilitar la comunicación de los migrantes mejoraría su calidad de vida e incrementaría su productividad.
“Ojalá el Estado pueda garantizar esto, imponiendo unas condiciones de no comercialización a terceros, sino que sea una herramienta para la comunicación entre ellos y sus paisanos que viven en su territorio, o incluso con aquellos que están migrando a otros países de América”, asegura el experto.
Poryectos como el Call Center de Contacta en Barrranquilla demostraron la gran capacidad de los trabajadores venezolanos.
Foto: Milagros Palomares | Semana
Ahora bien, existe otro talón de Aquiles en el tema de la inclusión digital y es la consolidación del acceso de personas venezolanas al teletrabajo; si bien hay empresas que hicieron una apuesta franca por ellos, Solano considera que los procesos de selección deberían ser más incluyentes, porque hay talento venezolano de sobra, incluso muy especializado, por ejemplo, en sectores como programación y diseño informático.
“No siempre todos los empleadores ven el potencial que tienen muchos de ellos para estar atendiendo desde posiciones remotas servicios de contenidos o de soporte; hay muchísimos migrantes que tienen no solo talento sino la formación”, explica.
Por otro lado, es necesario que los migrantes venezolanos se empoderen más de la extensa oferta de emprendimiento digital, sobre la base de que si lo hacen en condiciones de regularización tendrán más posibilidades de éxito.
“Lo ideal del emprendimiento es que sea con toda la formalidad, y si no disponen muchos de ellos de los documentos, y de todo lo que formalice su presencia pues más difícil va a ser acceder a créditos bancarios, a otro tipo de oportunidades que sólo traen el arraigo”, reitera el experto.
El programa Empropaz ha apoyado a más de 176.000 personas de 92 municipios, en 17 departamentos, afectados por la violencia y la pobreza, con gestión para el emprendimiento, fortalecimiento empresarial y finanzas productivas.
