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Con El Viaje a Pie vecinos de Bogotá se pusieron en los zapatos de los migrantes

Con El Viaje a Pie vecinos de Bogotá se pusieron en los zapatos de los migrantes

Los vecinos del barrio el Codito, de Bogotá, aprendieron sobre las vivencias de los migrantes venezolanos durante su trayecto migratorio. | Por: CORTESÍA EL DERECHO A NO OBEDECER




Por: Proyecto Migración Venezuela @MigraVenezuela

junio 16 de 2022

 

Esta iniciativa es una metodología creada por El Derechos a No Obedecer, basado en un  recorrido que busca conmemorar y crear conciencia sobre las extensas caminatas realizan las personas migrantes y refugiadas provenientes de Venezuela. 

 

Diariamente, en algún lugar del mundo, personas migrantes caminan kilómetros y kilómetros con la esperanza de situarse, nuevamente, en un país, ciudad o pueblo que puedan llamar ‘hogar’. En Colombia, se estima que hay 2 millones de personas venezolanas, muchas con una vocación de permanencia.

 

Por eso es crucial y socialmente asertivo apostarle a una perspectiva humana y de derechos humanos de la migración. En parte, porque a diario las personas venezolanas se enfrentan a diferentes formas de xenofobia y exclusión que impactan su calidad de vida y sus oportunidades de desarrollo e integración. 

 

En el barrio el Codito de Bogotá, en el marco de la iniciativa ´Tu Bandera es Mi Bandera”, desarrollada por El Derecho a No Obedecer, proyecto de la Corporación Otraparte y apoyada por Conectando Caminos por los Derechos, un programa de USAID, se realizó la iniciativa El Viaje a Pie, con organizaciones del barrio, personas migrantes y de la comunidad de acogida para simbolizar el trayecto que realizan migrantes y refugiados provenientes de Venezuela.

 

Según informó la organización El Derecho a No Obedecer en una nota de presa, este ejercicio tenía el objetivo de conectara esta población con la oferta institucional y el apoyo de las organizaciones sociales que puedan facilitarles una atención integral. 

 

El Viaje a Pie es una metodología creada por El Derechos a No Obedecer, basado en un  recorrido que busca conmemorar y crear conciencia sobre las extensas caminatas que día a día realizan las personas migrantes y refugiadas dentro de nuestras ciudades, con el objeto de ofrecer un punto de vista mucho más real y empático a la ciudadanía sobre lo que implica migrar a pie.

 

Durante el viaje, visitaron varias organizaciones sociales de la subzona Verbenal, tales como un comedor social, una radio comunitaria que ofrece actividades lúdicas y extracurriculares a niñas, niños y jóvenes, así como el mirador y parque del barrio.  Finalmente visitaron una huerta comunitaria que se ha convertido en un espacio que educa sobre la creación de huertas en las casa para garantizar la seguridad alimentaria de las familias. Asimismo, durante la actividad se invitó a la Secretaría de la Mujer del Distrito y otras fundaciones que están en la localidad de Usaquén. 


En el recorrido se reflexionó sobre la migración y la llegada de personas venezolanas a los barrios. Esther, una colombiana del barrio, compartió su percepción sobre la migración: “pienso que simplemente son seres humanos también. Las personas dicen que todo está peor, pero siempre hay que echarle la culpa a algo”.

 

De esta manera, son estos imaginarios que se crean frente a la migración lo que genera narrativas y actos de odio contra esta población, escenarios que profundizan la mala convivencia en los barrios e impacta negativamente en el duelo migratorio que viven los venezolanos. 






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