Ponerse en los zapatos de los migrantes venezolanos les permitirá a las comunidades de acogida entender el esfuerzo que significó para ellos haber dejado su país | Por: DAVID HERNÁNDEZ - SEMANA
Por estos días, el museo interactivo, que tiene su sede en Bogotá, presenta la exposición "Migrar, un acto de valor", en la que hace un homenaje a la entereza de todas las personas venezolanas que tuvieron que dejar su vida, sus familias y sus posesiones para emprender un camino incierto, haciendo gala de su fortaleza.
La muestra es un constante reconocimiento a la lucha que enfrentan muchisimas personas en el mundo entero, entre ellas más de seis millones de personas provenientes del vecino país, que tuvieron que abandonar a la fuerza su patria, dejando atrás todo lo que amaban, y que ya hacen parte del tejido social de Colombia.
Maloka lanzó la muestra en llave con la Fundación Ford, la Alcaldía de Bogotá y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), con el apoyo financiero de la Oficina de Población, Refugiados y Migración (PRM) del Departamento de Estado de Estados Unidos y el Gobierno de Japón, con la firme intención de destacar lo que hay detrás del simple hecho de caminar rumbo a lo desconocido.
Toda la exposición es un constante reconocimiento a la entereza personal y espiritual de los migrantes venezolanos , y "tiene una serie de recursos que están ligados a historias de migración y a partir de ellas se puede generar ese diálogo, esa conversación y emergen emociones, preguntas, intereses", asegura Sigrid Falla, directora de arquitectura de experiencias de Maloka.
El nombre de la muestra deriva de una lectura amplia de esa decisión forzada que tuvo que tomar cada migrante cuando se vio en la necesidad de jugársela por comenzar de nuevo , teniendo todo en contra, pero con el corazón lleno de ilusión y optimismo.
«Migrar es un acto de valor en la medida en que se genera una transformación de la cultura, en que nos enriquecemos, en que logramos ser más diversos y tenemos otras perspectivas».
Sigrid Falla, directora de arquitectura de experiencias de Maloka
"Migrar, un acto de valor" tiene un recorrido en tres zonas: la primera de ellas se llama "Travesía", y cuenta las historia de ocho personas que relatan, a través de la interacción multimedia, por qué migraron y qué tipo de obstáculos enfrentaron.
La segunda se llama "Memoria", y les explica a los asistentes por qué la migración es un fenómeno natural entre los seres humanos, y el papel que juega el hecho de saber que todos conocemos a algún migrante.
“Casi todos tenemos una historia que contar y revivir esa historia también nos ayuda a generar esa empatía y esa cercanía con los migrantes”, asegura Sigrid Falla.
La tercera zona se llama "Encuentro" y relata de forma muy vivencial cómo y por qué la migración enriquece los procesos culturales y se convierte en un factor de diversidad que alimenta la interacción social de nuestro país.
«Tomar esa decisión es un acto de valentía o de valor, pero al tiempo la migración como fenómeno es algo que ha atravesado la historia de las civilizaciones humanas, y nosotros nos hemos construido como civilización a partir de la migración».
Sigrid Falla, directora de arquitectura de experiencias de Maloka
"Migrar, un acto de valor", les explica también a los asistentes por qué el fenómeno de la migración no se limita a aquellas personas que tuvieron que ir de un país a otro sino que, como en el caso del pasado reciente de Colombia, incluye a quienes por culpa de la violencia tuvieron que desplazarse internamente del campo a la ciudad, por ejemplo.
Adicionalmente, les enseña a los visitantes la importancia y el valor social de prevenir y atajar las conductas xenofóbicas, a través de un proceso de sensibilización que les permite entender la complejidad del proceso de la migración, y la necesidad de que todos desarrollemos empatía frente a quienes han tenido que migrar.
Si usted quiere conocer más detalles de la exposición y agendar su visita, puede hacerlo en este enlace.
La muestra está diseñada con una serie de retos que las familias, los niños y niñas irán resolviendo por medio de tres espacios: Travesía, Memoria y Encuentro. | Por: CORTESÍA OIM
El programa Empropaz ha apoyado a más de 176.000 personas de 92 municipios, en 17 departamentos, afectados por la violencia y la pobreza, con gestión para el emprendimiento, fortalecimiento empresarial y finanzas productivas.